Daniela tiene 28 años, es de La Plata y una auténtica luchadora.
En diálogo con LAPLATA1.com cuenta su historia, que ahora es a pura empanada de pollo. “La plata no alcanza”, resume.
“Trabajo en una empresa de limpieza hace un año. Empecé con las empanadas de pollo porque no alcanza la plata, entonces se me ocurrió venderlas porque todo el mundo me decía que eran muy ricas”, señala.
“Tomé el coraje y me lancé con esto. Yo siempre quería trabajar para mí, no depender de alguien. Mi sueño sería dedicarme solo a esto”, agrega Daniela.
Es todo a pulmón: “Por el momento empecé con las empanadas, todo por encargue, y tengo pensado ir a los ministerios a vender ahí. La idea es ir sumando más cosas de a poco”.
Y más: “Los envíos los hago yo en micro. Por eso los pedidos trato que sean un día antes, porque también trabajo a la mañana y tampoco puedo dejar ese laburo”. Remadora a full.
Daniela vive con su hijo de 9 años. Los dos solos: “El sustento soy yo. Busco una mejor calidad de vida para ambos”.
En la pandemia atravesaron momentos complicados. Una a favor: en ese momento vivía con su mamá.
“Me quedé ese año sin trabajo y me ayudaba mi mamá. Tuve también que salir a vender bizcochitos en la calle, pero este nuevo emprendimiento lo organice completamente yo sola”, cierra la joven platense, que vende a través de su cuenta de Facebook.