El concejal del PRO, Nicolás Morzone, presentó un proyecto para que los afiliados de IOMA en La Plata tengan libertad de elección, emulando lo que se realizó en otros municipios como San Nicolás.
La concejala bullrichista Belén Muñoz acompañó también la iniciativa e intervino varias veces en el debate en el recinto para defender la iniciativa de Morzone, alegando que el actual funcionamiento de la obra social lesiona el derecho a la salud de los platenses por las deficiencias y postergaciones de los tratamientos.
Desde Unión por la Patria salieron al cruce de la propuesta que ahora se discutirá en la comisión de Salud. La concejala Micaela Maggio hizo alusión a que la libertad de elección generaría un “descreme” en el sistema tal como sucedió en los '90 y que provocará un desfinanciamiento en la obra social.
Cristian Vander, también concejal de Unión por la Patria, se pronunció en el mismo sentido y repasó los valores de las cuotas de diferentes planes médicos privados. “¿Qué trabajador municipal o de la Provincia de Buenos Aires podrían pagar eso?”, se preguntó en varias ocasiones. Los planes que leyó partían de la suma de 200 mil pesos mensuales, y lo contrastó con lo que aportan los municipales de La Plata a IOMA actualmente: entre 6 y 12 mil pesos.
En ese marco, defendió la concepción de un sistema de cobertura solidario. “Pagá vos esos 284 mil pesos, hermano, porque los trabajadores es imposible que accedan a ese sistema”, le dijo luego más enfático a Morzone.
Javier Mor Moig, del bloque de UCR + PRO por la ciudad, también evidenció sus diferencias con el proyecto. Al igual que Unión por la Patria, hizo foco en que la libre elección rompería con el carácter solidario del sistema: si los que más contribuyen con sus aportes se marchan de IOMA, quedará desfinanciado para sostener las prestaciones de los trabajadores de menores ingresos y contribuciones al esquema. “Prima facie estoy en contra del proyecto”, dijo.
Desde el PRO también tomó la palabra Juan Manuel Martínez Garmendia, quien pidió estudiar en detenimiento el proyecto aunque reconoció como válido el argumento de una posible desfinanciación en el caso de que se marchen los mayores contribuyentes del sistema.
Más enfática fue María Florencia Barcia, también del PRO: “No coincido con el proyecto. Soy crítica de IOMA y hace mas de 27 años que estoy en el sistema de salud como odontóloga. IOMA es casi una de las mejores obras sociales. Cuando un estudiante se recibe, IOMA es la puerta de entrada para que el consultorio funcione. Si no tenemos IOMA, el consultorio está parado. Este debate tiene que ser serio. Se propone que un trabajador se desadhiera de una obra social y después hay que ver a dónde va a ir su aporte y qué obra social lo va a aceptar”.
