
Mucho antes de convertirse en el director técnico de Gimnasia, Diego Armando Maradona tuvo su paso por la ciudad: con todo su carisma, llevó la fiesta a un reconocido boliche platense.
A finales de los noventa, después de su retiro, el 10 disfrutaba de la vida de la mano de Guillermo Coppola. Pero también de un platense, del que se hizo muy amigo, y marcó su llegada a la ciudad.
Se trata del "Keke" Fonseca, un vecino de Tolosa al que la vida lo llevó por un camino de éxitos comerciales vinculados a la diversión, a la noche y a la gastronomía.
Muchas veces, algunos comerciantes se sorprendían cuando Diego llegaba a la casa del Keke y de repente aparecía por la cuadra como uno más.
"Fue en Metrópolis", recordó el Keke en Facebook sobre la vez que Maradona pasó por ese boliche platense. Ya no existe más, pero la marca del 10 en ese lugar quedó intacta.
"Los dos mejores del mundo, el mejor empresario y el mejor jugador, crack como pocos", comentaron.
Esa noche, Diego Maradona subió al frente y posó junto al DJ. Desde ahí tomó un micrófono y llevó su alegría y carisma a los platenses que lo presenciaron.