Sergio es de La Plata y junto a su pareja, Jorgelina, se reinventó luego de diferentes episodios complicados. Pasó de la carne a la masa, y cuenta su historia a LAPLATA1.com.
“Se me ocurrió emprender con las pastas porque tengo un problema en la pierna. Ya tuve cuatro cirugías”, revela Sergio, que ahora tiene 57 años. Pero se trata de un problema de larga data: arrancó a los 34 y todavía lamenta el abuso que hizo de los corticoides. Ahora va por una quinta cirugía en el Hospital El Cruce de Florencio Varela.
“Es algo que puedo hacer sentado y me permite generar un ingreso”, señala. “Empecé en marzo del año pasado de casualidad. La novia de mi hermano me pidió si le hacía sorrentinos. Vendí un par de docenas esa semana y con mi mujer empezamos a ofrecer”, recuerda.
Durante 20 años Sergio se desempeñó en otro rubro gastronómico: tenía una carnicería pero debió cerrarla en el comienzo de la gestión de Mauricio Macri.
“Conocimientos gastronómicos tenía pero obviamente amateur. Inclusive en la carnicería había un sector donde vendíamos tartas, pizzas, empanadas, que se elaboraban ahí mismo”, afirma.
¿Cómo fue atravesar la pandemia? “No la pasamos mal porque mi mujer trabaja en una empresa de cosmética nacional y vive de las comisiones”, dice.
“Ahora con este gobierno se empezó a complicar el tema. Bajó la venta de cosmética y pastas pero la seguimos peleando. Garra le ponemos como le ponen todos los emprendedores. Es un momento difícil para la gente de clase media y clase baja, y nos vamos adaptando”, subraya.
Y concluye: "Ya pasé un momento difícil cuando era chico y abrí un comercio. Duré 6 meses y estuve cuatro años pagándolo. Son desafíos y nos adaptamos. Si hay para tomar mate cocido con pan, comemos eso, y si hay para un estofado, se come estofado”.
