"Tuve miedo": a los 16 años pisó una cocina en La Plata, fue moza y bachera, y construyó algo increíble tras un 2020 durísimo

Evelyn cuenta su historia de lucha y resurrección. Desde los 16 años trabajó en distintos restaurantes de La Plata y ahora tiene el destino en sus manos: "Siempre se empieza con un poco de miedo"
Sociedad 22/05/2024 . Hora: 12:05
”Tuve miedo”: a los 16 años pisó una cocina en La Plata, fue moza y bachera, y construyó algo increíble tras un 2020 durísimo
Francisco Angulo
Por Francisco Angulo
Periodista.

Evelyn es de La Plata y cumple este miércoles 41 años. Tiene tres hijos y cuenta su historia de lucha y sacrificio a LAPLATA1.com. “La cocina es mi vida”, dice muy convencida.

“Pisé una cocina a las 16 años y desde ese momento ya no me fui más. A lo largo de toda mi vida fui perfeccionándome en el área gastronómica, tanto que llegué al título de Instructor Gastronómico”, recuerda, aunque nunca ejerció.

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El 2018 fue un gran año. Montó un emprendimiento de servicio de catering gracias a las ventas que había conseguido por redes sociales.

La pandemia, sin embargo, tiró todo por los aires: “Nos devastó. Después de tener un excelente 2019 con muchos eventos y ventas, la llegada del Covid nos encerró y se congeló todo”.

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“Fue al punto de no poder reponernos económicamente para poder seguir. Así que ahí no me quedó otra que seguir con ventas virtuales, que también fueron en decadencia por la competencia que arrancó a mediados del 2020”, agrega.

Tuvo que salir a golpear nuevamente puertas, entregar CV y buscar trabajo dónde sea. Un panorama bien complejo.

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Así fue que volvió a trabajar en diferentes lugares hasta que le volvió a picar el bichito de sus propias ventas: “Si Dios quiere, puedo afirmar que vamos muy bien para que el Servicio de Catering vuelva”.

“Siempre trabajé dentro de lo gastronómico. Arranqué de moza, después bachera, ayudante de cocina. Ahí fue donde también empecé a tomarle el gusto a la cocina y empezar a entrar más en este mundo”, reflexiona.

Siendo mamá soltera, todo tiene una complicación adicional: “A veces se pone un poco más difícil pero lo bueno es que trabajar para mí me ayuda bastante porque yo pongo mis horarios o el día para las entregas”.

Eso sí, los repartos son a pie: Evelyn toma el micro para hacer las entregas. No tienen movilidad propia. Bien a pulmón.

“Siempre se empieza con un poco de miedo. Yo por suerte tuve y tengo al mejor equipo, y una hermosa familia que en todo momento me apoyó. La cocina, más que un trabajo, es mi vida. No todos logran en la vida trabajar de lo que les gusta y apasiona. Somos muy pocos los que lo podemos disfrutar”, completa Evelyn.

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