Bastaba intercambiar en la tarde de ayer unas pocas palabras para advertir el desánimo del inquilino de 53 años que fue blanco de un robo en su ausencia en la vivienda donde está viviendo.
Según le contó a este diario, el ilícito fue durante este fin de semana y se produjo en momentos en que la casa, de 1 entre 39 y 40, quedó deshabitada porque se encontraba en su lugar de trabajo.
Ni él ni nadie pudo aún establecer si cuando salió de ese domicilio fue observado por los autores de este episodio de inseguridad.
Según investigadores, es probable que los ladrones hayan actuado sobre seguro. Es decir, a sabiendas de que la víctima a estar varias horas en otro lugar antes de emprender el regreso.
Otra de las hipótesis que barajan las autoridades es que se haya tratado de un robo al voleo, que hayan tocado el timbre, una y otra vez, y que al no ser atendidos hayan dado por descontado que dentro del inmueble no estaba quien reside allí.