Mariano Andújar todavía está procesando, a su manera, que ya no es más jugador profesional. El exarquero y capitán albirrojo, que aún al día de hoy físicamente estaría apto para jugar, en una charla profunda explicó por qué tomó esa decisión incluso después de una coronación, dio detalles de un hábito fundamental que modificó en su carrera y se lamentó por una situación que podría haber torcido la historia.
En un mano a mano con Juan Pablo Varsky para su programa de streaming, Clank, el nacido en Lugano no dejó tema sin abordar e inicialmente admitió qué lo llevó a tomar la decisión de colgar los guantes. "En febrero de 2023 lo empecé a trabajar lo del retiro con un psicólogo. Había un proceso ya. Estaba cerca. Se fue desarrollando la temporada bien y la duda es si seguía porque el equipo venía bien. No quería llegar al punto de que sobrara", confesó.
Es decir, coincidentemente, se introdujo en el campo de la psicología justo días antes del clásico de marzo de 2023, que sería, paradójicamente, el único que perdería en su historia con el "Pincha". "Empiezo a trabajar en la semana previa porque sentía una carga, me ponía mochilas que no me correspondían. Como nadie te garantiza ganar siempre, yo me la ponía por mi trayectoria. Tenía que ser mi último año y me costaba tomar la decisión", argumentó al respecto.
Y aunque esa derrota "fue un golpe duro" porque "recién llegaba Eduardo" con el tiempo entendió que "tenía que pasar", basándose en el camino que recorrió después del equipo con la consagración en la Copa Argentina, que no modificó su medida. "Estaba decidido a irme de Estudiantes, a mitad de año lo había comunicado".
Como siempre exteriorizó, se mostró agradecido de Estudiantes por todo lo que le dio y hasta se permitió pedir disculpas por un comportamiento que tuvo. "Me arrepiento lo de los incidentes del clásico porque perjudiqué al equipo cuando terminamos terceros, jugando un desempate para entrar a Libertadores. Por un punto nos pasó Lanús. Me veo y ése no era yo. Estaba lejos del problema pero se fue dando como una olla a presión", describió.
Lo que sí también tiene decidido en este nuevo rol es que quiere ser director deportivo; atrás quedaron otros intereses que en su momento mostró. "Lo fui descubriendo. Primero me gustaba entrenar arqueros, lo de ser técnico o ayudante de campo lo he hablado con Javier (Mascherano) y los veo sufrir. Están todo el tiempo con la espada de Damocles. No terminaba de encontrar esa vocación, hasta que fui hallando lo que me gusta", concluyó.
