El paso de la pandemia marcó la vida de cada una de las personas, pero más aún de quienes trabajaban en aquellos meses donde las calles se encontraban desiertas.
El recuerdo de la pandemia de COVID-19 se muestra cada vez más lejano, pero en el caso de esta platense, esos días están bien presentes por lo que significó para su vida.
Es que a Susana Marrero, oriunda de La Plata, le tocó trabajar de noche en plena pandemia y vivió una experiencia particular siempre vinculada al icónico micro 275.
Ahora mira para atrás y se le viene a la mente un día de semana de 2020 como cualquier otro. Tomaba el micro en Plaza San Martín a las 21:30. Casi siempre lo hacía con un chofer que no le cobraba el boleto "simplemente por ser personal de salud".
La escena se repetía día a día mientras el paisaje urbano presentaba un vacío pocas veces visto. El 275 acompañó a Susana en ese momento y los conductores tuvieron ese gesto inolvidable.
Es que la actitud de ese hombre no fue aislada. Después de que ella salía del laburo, mientras salía el sol, tomaba el micro de vuelta en diagonal 78. "El chofer, que ya me conocía por viajar todos los días, más de una vez me esperó en la esquina de 63 porque me veía salir de trabajar en la Clínica del niño".
"De ellos tengo mis mejores recuerdos y mi mayor agradecimiento por ser buena gente", contó Susana a través de un grupo de Facebook.
La historia de Susana fue publicada en un rincón apartado de la caja de comentarios, despegada de una foto que revindicaba las unidades viejas de la línea 275. Ese posteo bastó para que a ella se le viniera a la mente una etapa de su vida marcada por un escenario vacío y por el gran gesto de los choferes.
