Rosario tiene 27 años, nació en Santa Cruz y desde el 2019 vive en La Plata. En diálogo con LAPLATA1.com, la joven cuenta su historia. Una historia con muchos viajes y cambios de rumbo.
“Empecé a vender en el 2017 cuando terminaba el Secundario. Juntaba plata para estudiar en Córdoba Capital. Hacía empanadas y pizzas. Siempre me gustó cocinar. Me fui a Córdoba y me costó bastante”, señala Rosario.
La plata que había ahorrado no alcanzaba. Entonces se puso a vender pan, pebetes y sándwiches de miga en la calle. “Estuve tres años en Córdoba y cómo no me estaba yendo bien ni en el ámbito académico ni en el económico, me vine para La Plata”, recuerda.
Ella había viajado a Córdoba para estudiar Medicina. Ese era su sueño. Pero tres veces desaprobó el curso de ingreso. Trabajar y estudiar al mismo tiempo fue una complicación que no pudo superar.
Un conocido le avisó que en La Plata no había examen de ingreso y Rosario decidió emprender una nueva vida en la Ciudad de las Diagonales. Llegó a fines del 2019, poco antes de la pandemia.
“Me agarró la pandemia y ahí paré un poco. Trabajé más que nada en lugares fijos. Hoy por hoy tengo un bebé de 9 meses y empecé de nuevo con el tema de las tartas dulces. Hago un poco de todo”, cuenta.
“Mi bebé va a la guardería. Me conviene hacer esto porque estoy en mi casa y cuando el bebé está en la guardería lo aprovechó para estudiar”, explica.
Y reflexiona: “Cocinar y vender no lo hago tanto por lo económico, sino porque lo disfruto. Con esto de ser mamá y estudiar, cocinar me saca un poco de foco y puedo desahogarme ahí”.
“La pandemia me agarró sola. Fue difícil. Había arreglado con una señora que me iba a alquilar un departamento, pero cuando llegué me dijo que ya estaba alquilado. Finalmente conseguí una residencia y estuve todo ese año ahí hasta mediados de 2021 que pude conseguir un pasaje para volver a Santa Cruz”, recuerda de aquel momento muy complicado.
“Vengo de una familia muy grande. Tengo 9 hermanos y 24 sobrinos. Entonces estar sola fue un golpe. La fui piloteando como pude”, completa Rosario, que no para de sumar variedades de tartas y quiere crecer en La Plata.
