Delfina tiene 20 años, es de La Plata y cuando estaba terminando la Secundaria decidió reflotar un viejo proyecto de sus padres. Ahora la rompe.
“En realidad el emprendimiento surgió mucho antes de la pandemia. Era de mis papás, y yo lo reactivé en pandemia por el aburrimiento. Ellos me enseñaron todo lo que sería costura a mano”, recuerda en diálogo con LAPLATA1.com.
“Empecé con una página de Facebook, que al día de hoy es la misma, y publicaba en los grupos de mi barrio. Resultaba que a la gente le gustaba lo que creábamos, entonces seguí. Al principio fue difícil porque publicaba y nadie me contestaba pero no me rendí y seguí”, señala.
Delfina cuenta que la idea es hacer todo lo más personalizado posible. A la medida de lo que quiere el cliente. “Hoy lo que más sale son los colchones personalizados”, revela, y agrega: “Aunque no lo crean, es un trabajo en conjunto con mi papá. Yo dibujo y él los cose a mano todo”.
¿Cómo tomaron sus viejos la idea de reflotar el proyecto? “Mis viejos súper felices y me contaban de cuándo iban a las ferias y cuáles eran los productos que más se vendían”, dice Delfina.
Cuando empezó el proyecto, ella iba al San Antonio de Padua: “Me acuerdo que comprábamos las telas online y las recibíamos en casa”.
Pero Delfina arrancó con una idea complementaria muy linda: darle un mayor formalismo a la famosa aparición del ratón Pérez. El mítico roedor ahora tiene dónde dejar el dinero, y viene hasta con diploma.
“Esa idea surgió recientemente porque a mi ahijado se le iba a caer un diente, entonces pensábamos en cómo crear algo para que esa etapa sea más divertida y que quede como recuerdo del primer diente”, explica.
“Que mejor que guardar el diente en un ratón Pérez hecho a mano y con amor, en conjunto con el diplomita para que ella o él complete”, cierra la joven platense.