Los dos círculos viciosos que preocupan a Pablo López sobre el futuro de la economía en la Provincia de Buenos Aires

La salida de la recesión no aparece. Ni siquiera está claro que se haya tocado fondo. En el gobierno bonaerense creen que este modelo conduce a dos círculos viciosos que impiden el crecimiento
Opinión 07/07/2024 . Hora: 08:13
Por Francisco Angulo
Periodista.

El Ministro de Economía bonaerense, Pablo López, no oculta en sus redes sociales el duro panorama que atraviesa la Provincia de Buenos Aires en lo económico. Asegura que hay una recesión “inducida” por Javier Milei que derrama en cada distrito.

Hace poco se conoció el dato de desempleo del primer trimestre del año. El incremento era esperable pero sorprendió la dimensión que tuvo en los partidos del Gran Buenos Aires: allí la desocupación quedó al borde del 10%. 

La recesión se afirma actualmente en dos sectores: construcción e industria. Justamente dos nichos laborales típicos del paisaje del conurbano bonaerense. 

Para López, tanto la demanda como la oferta se están “arrastrando”. Se “contagian” mutuamente y caen fuerte: tanto empresas como consumidores. Un círculo vicioso: la demanda no se recupera y la inversión, por lo tanto, no tiene muchos incentivos para aparecer

Milei apuesta a una recuperación del salario real. En realidad dice que ya está creciendo. En los últimos dos meses es cierto que los salarios nominales le ganaron a la inflación pero aún es ilevantable la caída salarial de diciembre con el fogonazo inflacionario del 25%. El hecho de que haya mayor cantidad de desocupación también complica el repunte de la demanda pues cae la masa salarial.

El segundo círculo vicioso pasa por lo fiscal. La teoría de Pablo López es también la de Axel Kicillof: los ajustes fuertes en el gasto público en realidad tenderán a empeorar el número fiscal porque causan recesión y en consecuencia caída en la recaudación.

Hay algo innegable: los ajustes fiscales son recesivos en el corto plazo. Se sacrifica, por lo tanto, recaudación. Pero el porcentaje de caída en la recaudación difícilmente sobrecompense a la caída en el gasto público. Eso sí: el ajuste recesivo genera más presiones a incrementar el gasto social, y también presiona al sistema de salud y de educación de gestión pública. Una mochila fiscal no muy liviana que deben cargar los gobernadores.