Este lunes comenzó en La Plata el primer juicio oral y público por el caso de Tehuel de la Torre.
Bajo la acusación de homicidio agravado por odio a la identidad de género será juzgado Luis Alberto Ramos, uno de los dos imputados. Por su parte, Oscar Montes tendrá un juicio por jurado popular sin fecha prevista aún.
Si Ramos es condenado por homicidio agravado por odio a la identidad de género, sería la primera condena por un transhomicidio del país.
“Hoy inicia el juicio. Es una vergüenza que un chico haya ido a buscar trabajo y resulte desaparecido en plena democracia. Venimos a pedir justicia”, indicó en diálogo con LAPLATA1.com Cristina, de la organización Somos.
También se refirió a la pesadilla que viene sufriendo Norma, madre de Tehuel: “Ella viene viviendo un infierno desde el primer día en que Tehuel desapareció. Ni siquiera tiene un cuerpo donde irlo a llorar”.
En noviembre de 2021, la Justicia resolvió acusar a los dos detenidos por el delito homicidio en contexto de odio a la identidad de género. De esa manera, aunque sin cuerpo, los investigadores asumieron lo que durante estos meses fue una intuición que nadie se animaba a confirmar oficialmente: que el crimen es el escenario más factible.
Originalmente, Ramos y Montes habían sido acusados por encubrimiento, entorpecimiento de la investigación y falso testimonio. Sin embargo, ahora pesa sobre sus espaldas un asesinato.
Ambos acusados, comprobó la fiscal, fueron los últimos que estuvieron con Tehuel. El joven fue hasta la casa de Ramos ese 11 de marzo. Algunos testigos aseguraron que fue a acordar cuestiones sobre un trabajo. No está confirmado a qué fue pero sí se sabe que estuvo allí y nunca volvió a su casa.
Los sospechosos aseguraron a la Policía que Tehuel de la Torre había estado allí pero se fue temprano. Sin embargo, una foto de los tres tomada a las 20.42 del 11 de marzo en la casa de Ramos, y encontrada en la cuenta de Google de Tehuel, derribó esa versión.
Además, los investigadores encontraron la campera del joven y su celular prendidos fuego en la puerta de la casa de uno de los acusados y meses más tarde las pruebas de ADN confirmaron que una mancha de sangre hallada en la pared interior del hogar de Ramos coincidía con el patrón genético de la familia del joven desaparecido.