Aunque algunos recuerdos permanecen en el tiempo incluso más que uno mismo, otros irremediablemente se van y dejan algún tipo de marca.
Tal es el caso de esta mujer, que dejó una “reliquia” con gran historia en calle 6 y 531, y le encargó una misión especial a quien la encuentre. “Sería un mimo al alma”, dijo.
Es que, pese a que María Guadalupe Sosa tuvo que dejar ir el objeto, en realidad tenía mucho afecto hacia él.
Según lo que contó a través de un grupo de Facebook, se trataba de una antigua mesa que tenía mucho valor sentimental. Es que intentó entrarla a su casa, pero no pudo y sin más remedio la dejó afuera.
De acuerdo al relato de la mujer, la “reliquia” pertenecía a sus abuelos. “El que la necesite vaya a buscarla, tiene historia. Hay que darle amor pero puede ser la mesa de una familia”, expresó.
Lo cierto es que en un pequeño apartado, María también contó que el objeto sufrió algunos daños mínimos mientras trataba de entrarla a su casa. De todas formas, aclaró que no son “sobras”, sino que su idea era restaurarla.
Sobre el gran afecto que le tenía a la "reliquia", explicó que fue un regalo de su abuelo cuando ella tenía 19 años, un gran futuro por delante, y se fue a vivir sola por primera vez.
Es que esa muestra de afecto, tan precisa y a la vez lejana en el tiempo, se había convertido en algo único para ella, y más aún con el correr de los años. Era nada más y nada menos que la demostración de amor y cuidado de un abuelo hacia su nieta, que daba sus primeros pasos como adulta.
En ese sentido, María le encargó una misión especial a quien encuentre la mesa. “Si alguien se toma el trabajo de darle amor y ponerla linda, ¡mándeme una foto! Sería un mimo al corazón”, expresó.
