
Para la mayoría de las personas, emprender nuevos rumbos significa siempre un desafío. Para algunos, se torna prácticamente algo imposible por la cantidad de obstáculos que aparecen en el camino.
Tal es el caso de Ludmila Luongo, que se mudó a La Plata acompañada por su hija de apenas dos años, pero una mala pasada con el flete la complicó y ahora quiere cambiar su suerte.
La chica viajó más de 460 kilómetros hacia la ciudad de las diagonales con miras a encontrar mejores oportunidades. Sí, vino desde lejos y bien al sur de la provincia de Buenos Aires: desde Necochea.
Lo cierto es que pese a la fuerza de voluntad de la joven, la situación se volvió difícil por un motivo particular. "No me pude traer mis muebles de mi ciudad dado que el flete se me hacía muy caro", contó Ludmila a través de un rinconcito de Facebook.
Ella apenas llegó el fin de semana a La Plata, específicamente a Villa Alba, y mientras tanto duerme en "un colchón finito" junto a su bebé de dos años de edad. De todas formas, no se rinde y busca mejores oportunidades.
Pero, a su vez, hizo un llamado muy especial a los vecinos de la ciudad. "Si alguien llega a tener alguna cama o un colchón un poco más grueso, se los agradecería, ya que en donde estoy hay muchísima humedad y se traspasa el colchón", dijo.
Aún así, Ludmila contó que está en busca de trabajo para torcer el rumbo de su vida. En tanto, necesita de la solidaridad de los ciudadanos para mejorar, aunque sea en un aspecto, la calidad en la que vive.
En este marco, cabe destacar que para quienes colaborar con la joven, pueden hacerlo contactándose a través de su perfil de Facebook: Ludmi Luongo.