El técnico albirrojo, a quien se lo notó visiblemente fastidioso en el contacto con los medios de prensa en el auditorio de UNO, explicó los motivos de la caída frente al Rojo de Avellaneda y detalló: "Nos costó mucho los controles de la pelota, entonces el rival se puede acomodar y te puede seguir presionando. Nos tapó bien defensivamente, sabíamos que iban a buscar eso. Y lo definieron en dos pelotas paradas".
Domínguez admitió que "fue un partido malo de Estudiantes en líneas generales y muy friccionado que me dio la sensación el arbitro dejó friccionar más. Hay que dar vuelta la página y continuar. El Pincha mostró vaivenes futbolísticos desde que se reanudó la Liga Profesional ya que mostró una gran producción en Rosario ante Newells y un excelente segundo tiempo en el clásico pero este domingo fue un equipo muy desdibujado.
En ese sentido el orientador táctico argumentó: "Se que soy cansador, lo sé pero fue la primera semana larga que pudimos trabajar con Arzamendia, con Luciano Giménez...tuvimos lesionados. Es readaptarse a un nuevo equipo, a un nuevo funcionamiento. No es sencillo, no es fácil. Se acaba de ir Eros Mancuso. Hay que rearmar nuevamente y reconstruir el grupo. Habrá semanas que serán buenas, otras que nos van a costar."
Con la derrota frente a Independiente Estudiantes cortó una racha positiva de cuatro partidos y perdió una gran chance de acercarse al puntero Huracán. Sin embargo Domínguez bajo un mensaje tranquilizador y argumentó: "En cinco puntos hay muchos equipos y faltan 16 fechas. Es un campeonato corto. Da la sensación que será uno de los torneos con menos puntos para el campeón. A todos les cuesta. Nosotros en ocho meses cambiamos dieciocho jugadores ¿Es normal?" y sentenció: " Vamos a jugar un partido bien y otro nos va a costar".
Además tuvo tiempo para meterse en el mercado de pases y dejó en claro que espera por un atacante: "Buscamos un delantero, la búsqueda la tenemos. Ya lo hablamos con Marcos Angeleri. Sabemos lo que nos falta y están trabajando en esas situaciones."




