El Lado B de la reconstrucción peronista: ¿Qué quieren hacer con la economía si vuelven a gobernar?

Guillermo Moreno apura la idea de construir un plan económico. Tuvo el mérito de juntar a técnicos de las diferentes tribus de Unión por la Patria. Reaparece el viejo dilema de qué hacer con el "excel"
Opinión 18/08/2024 . Hora: 08:44
El Lado B de la reconstrucción peronista: ¿Qué quieren hacer con la economía si vuelven a gobernar?
Francisco Angulo
Por Francisco Angulo
Periodista.

El peronismo tendrá un arduo trabajo para reconstruir un discurso económico consistente. Un discurso que no se quede únicamente en críticas al Gobierno, sino que se meta en el barro de las soluciones concretas, aunque puedan ser políticamente incorrectas.

Hace dos meses, Guillermo Moreno encabezó una reunión con representantes económicos de las diferentes tribus de Unión por la Patria y alrededores. El ex Secretario de Comercio viene empujando la idea de exhibir que hay un plan económico alternativo.

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Por supuesto tendrán que limar viejas asperezas. En el sitio de "Principio y Valores", espacio de Moreno, hay un documento de 46 páginas sobre el famoso plan. Fue elaborado antes de las elecciones del 2023 y se menciona que el ciclo económico negativo comienza con la devaluación del 2014, cuando Axel Kicillof era el Ministro de Economía. En realidad el quiebre parece algo antojadizo, coincidente casualmente con la salida de Moreno del gabinete.

Sin embargo, en los últimos meses se han tendido puentes. Una etapa de distención. "En términos económicos hay coincidencias, en cuando a los político cada uno está construyendo su propia representatividad", señaló Moreno en julio.

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El plan de Moreno parte de un diagnóstico central: hay sectores con Rentas Extraordinarias. Básicamente en el campo y en la energía. Esas rentas encarecen la cadena productiva y "la mesa de los argentinos", provocando un modelo "excluyente", con baja industrialización y bajo poder adquisitivo. 

Entonces la solución viene por el lado de limitar esas rentas. Moreno propone un cambio en la Ley de Arrendamiento para "techar" el precio que se puede cobrar por el alquiler de la tierra. Al bajar ese precio, el gobierno podrá colocar retenciones a las exportaciones para desacoplar los precios internos y a la vez lograr mayor recaudación.

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En otros tópicos, el programa de Moreno sintoniza con ideas del actual Gobierno. Por ejemplo, habla de limitar la ayuda social a infancias, adultos mayores y personas con "vulnerabilidad irreversible". En materia de inflación, reconoce que su esencia es monetaria. También llama a lograr rápidamente el equilibrio fiscal y comercial, y desmantelar la bola de pasivos remunerados para que la liquidez de los bancos se destine a préstamos al sector privado. Sintonía con los libertarios. 

En los últimos años el peronismo se fue quedando sin espadas económicas mediáticas, y tampoco pudo generar reemplazos a cuadros técnicos del calibre de Jorge Sarghini, Jorge Remes Lenicov, Aldo Pignanelli o Alieto Guadagni. Eran economistas que habían entendido la importancia del orden macroeconómico aunque fuera poco sexy para el electorado. Economistas que buscaba reconciliar al peronismo con el excel, para decirlo burdamente. 

Sin embargo, esa visión no fue la dominante en el peronismo en la última década. Primó una noción de la economía más intervencionista, reguladora, estatista. El Estado se duplicó entre el 2005 y el 2015: representaba el 23% del PBI con Roberto Lavagna y terminó pesando el 45% en el cierre del segundo gobierno de Cristina Kirchner.

En el 2013 y 2015, Sergio Massa trató de reflotar una versión económica más ligada a los cuadros técnicos anteriormente mencionados ante el agotamiento del modelo del "Estado Presente" que había consolidado el déficit fiscal, el cepo y una brusca caída de las reservas. Pero esos viejos economistas nunca salieron a la cancha. Solo hubo precalentamiento.

La historia termina con el gobierno de Alberto Fernández. Martín Guzmán y Matías Kulfas capitanearon la economía. Habían sido dos personas críticas de la versión más intervencionista del kirchnerismo. Querían reconciliar al peronismo con el excel y cierto orden macroeconómico. El resultado ya se conoce: no hubo reconciliación, sino divorcio. 

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