La diputada bonaerense del PRO, Julieta Quintero, presentó un proyecto para que incorporar una asignatura de educación en inteligencia emocional en todos los niveles, tanto de escuelas públicas como privadas.
La iniciativa ya tomó estado parlamentario y deberá recorrer el camino de las comisiones antes de arribar al recinto.
Por “educación emocional”, se habla del “proceso de enseñanza y aprendizaje que promueve el desarrollo de habilidades para reconocer, comprender y gestionar nuestras propias emociones, así como las de los demás, con el fin de fomentar el bienestar personal y las relaciones saludables”.
Por su parte, entiende por “inteligencia emocional” a la “habilidad de reconocer, comprender y gestionar las emociones, tanto en uno mismo como en los demás. Incluye competencias como la autorregulación, la empatía, la motivación intrínseca y las habilidades sociales. La inteligencia emocional ayuda a conectar con otras personas, comunicar de manera efectiva, resolver conflictos, forjar relaciones empáticas y expresar sentimientos”.
El proyecto también propone la implementación de programas de formación continua para docentes en el área de educación emocional, proporcionando herramientas y estrategias para la gestión efectiva de emociones.
Por otro lado, se busca establecer colaboraciones con instituciones y organizaciones expertas en el desarrollo de competencias emocionales, integrando diferentes enfoques teóricos y prácticos.
En ese sentido, se menciona también la importancia de garantizar la transparencia, la equidad y la privacidad con respecto a los estudiantes, establecimiento políticas claras sobre el uso de datos en el contexto educativo.
En los fundamentos del proyecto de Quintero, se remarca que “la provincia de Buenos Aires enfrenta una creciente problemática en el bienestar de sus alumnos, reflejada en el aumento de casos de estrés, ansiedad y otros trastornos emocionales en el ámbito escolar”.
“En un mundo cada vez más complejo y cambiante, la capacidad de comprender y gestionar las emociones se ha vuelto indispensable para el éxito personal y profesional”, se precisa luego.
Finalmente, se subraya que “la educación emocional prepara a los estudiantes para enfrentar los desafíos del mundo laboral, donde las habilidades blancas, como la inteligencia emocional, son cada vez más valoradas por los empleadores”.