Vanesa es una joven de La Plata que está desesperada en búsqueda de trabajo. Tiene una pequeña de tres años y viene tirando CV en todos lados. Por ahora, sin suerte.
“Mi marido tiene una discapacidad motriz. Piensan que por su manera de caminar quizás le pueda robar, y eso lo complica para conseguir algo”, destaca en diálogo con LAPLATA1.com. Así es que gran parte de la responsabilidad económica recae en ella.
En el 2020 nació su hija. Fue un momento complejo: plena pandemia y encima con un embarazo que fue de riesgo.
Vanesa trabajó de limpieza, de niñera, dio clases particulares para chicos de primaria y secundaria. Ahora tiene una “changa” pero que no es fija: la contratan como moza para ciertos eventos. El problema es que ese laburo es espaciado, cada 15 días o incluso un mes. Claramente con eso solo no pueden sobrellevar los gastos, aunque aclara que ayuda mucho.
“En el momento de la pandemia vivíamos en Berisso y como no pudimos conseguir trabajo, fuimos buscando mercadería para comer”, recuerda.
Actualmente, Vanesa también acude a un comedor cuando la plata no alcanza. Es un día a día muy complicado. “Muchos quedan en llamarme pero no pasa nada después”, señala sobre la dificultad para conseguir un empleo. Lo cierto es que tienen solamente el ingreso que les corresponde por la pequeña y por la pensión por discapacidad de su marido.
“Hoy cualquier trabajo que salte lo agarro. Necesito darle de comer a mi hija. Con la asignación que cobramos por ella le compramos ropa pero obviamente tampoco alcanza. Me las tengo que ingeniar”, agrega, e incluso comenta que ni siquiera dispone de dinero para cargar la SUBE. Un círculo vicioso.
Su sueño es conseguir rápidamente algún trabajo y comprar un terrenito para dejar de alquilar. “Nos encantaría poder hacernos una casita”, completa Vanesa, cuyo celular es 221 574 0719 para contactarse.
