A sus 31 años, con orgullo, puede gritar a los cuatro vientos que vivió varias vidas. Es que tras perseguir el sueño de ser jugador profesional luego de destacarse en inferiores, y una vez cumplido ese primer objetivo que es tener el estreno en la máxima categoría, las vicisitudes lo llevarían a intentar en otros destinos y hoy poco tiempo después a sostenerse gracias a otra disciplina.
Quizás no todos los hinchas del "Lobo" recuerden a Maximiliano Gorgerino, aquel volante ofensivo de la categoría 1993 que tuviera su debut de la mano de Pedro Troglio, en 2014. Fue en septiembre de esa temporada, en una dura derrota por 3 a 0 frente a Defensa y Justicia en el Bosque. Sería su última y única aparición en Gimnasia, antes de iniciar su derrotero por otras instituciones.
Por faltas de oportunidades posteriormente rescindiría su contrato con el club en 2016 y luego de tener una prueba sin éxito en Chipre, pasó por Ferro Carril Sud y Estudiantes de Olavarría, y concluyó su capítulo con el fútbol en Unión de Maipú. Inesperadamente encontraría su nueva motivación en el pádel, en donde se destaca de igual manera que lo hacía con la pelota en sus pies.
"Ya con 27 años había que hacer un balance, la plata, la familia, estaba viajando mucho. Había que laburar. El tema era afianzarme en Berazategui. Comencé a jugar al pádel en Quilmes. Gracias a Dios el pádel me salvó la vida", contó recientemente en una entrevista a TyC Sports. "Maxi" ahora acaba de salir campeón en el AJPP 500 de Mar del Plata junto al madrynense Santino Nicocia y actualmente ocupa el puesto 43 del ranking nacional.




