Recientemente se cumplieron 100 años de un momento marcado por la incursión de uno de los pioneros de la aviación mundial: el pehuajense Pedro Leandro Zanni. Aunque el relativo éxito de la misión del piloto quedó sellado en los libros de historia, un aporte desde La Plata quedó apartado en un rincón.
Si se pudiera resumir la vida de Zanni se destacaría, en primer lugar, su valentía. En segundo término, habría que decir que tenía ese rasgo justamente porque tuvo mil y un percances, pero siempre se animó a una nueva travesía que desafiara sus límites y superara sus anteriores logros.
Para dar crédito a sus méritos, el mayor intentó cruzar la cordillera de Los Andes en 1917 a bordo de una nave del consagrado Jorge Newbery pero debió aterrizar de emergencia por una falla del motor. Dos días después trató de cruzar otra vez y destruyó el aeroplano al aterrizar. Tres años después, junto a otro piloto, concretó un doble cruce de la cordillera.
Lo cierto es que en 1922 Zanni se puso en la mente un objetivo mucho más grande: dar la vuelta al mundo en aeroplano. Dos años después, con la confianza de sus pares, partió desde Ámsterdam junto a un mecánico en un Fokker C-IV.
En este momento entra el rol de unos platenses. El piloto tuvo un percance en Hanói y destruyó la mayor parte de su aeronave, pero iba a seguir con otro avión. Mientras tanto, en La Plata se realizó una colecta pública con gran entusiasmo.
"Se abrieron cinco toneles - alcancías pro - avión de Zanni", titulaba El Argentino el 22 de septiembre de 1924. Se recaudaron, en total, 631,25 pesos. Para darse una idea del valor de la plata, basta con decir que el kilo de pan no superaba los 25 centavos.
La apertura de las "alcancías" se había realizado en el Moto Club de La Plata, ubicado en diagonal 74 entre 48 y 49, y contó incluso con la presencia de un escribano.
Los "barriles" para que los vecinos contribuyan se ubicaron en el cine "Ideal", la estación del Ferrocarril Sud, y el cine.
Como si fuera poco, también se difundió la campaña para Zanni en un partido de Gimnasia contra Racing en el bosque. Allí, el piloto platense José Elverdín realizó diferentes maniobras con su avión mientras arrojaba volantes para la colecta para Zanni.
Finalmente, el 11 de octubre Zanni llegó al lago Kasumigaura de Tokio. Había recorrido el resto del trayecto con una nave parecida a la anterior pero provisto de "pontones" para aterrizar en el agua. El piloto había logrado 17 mil kilómetros. Ya era una hazaña, y tuvo que terminarla en ese punto por las adversidades meteorológicas.
