
Este martes entró formalmente al Concejo Deliberante el proyecto para fomentar la instalación de “terrazas verdes” en los edificios de La Plata.

La normativa es de Juan Manuel Granillo Fernández, de Unión por la Patria, y busca aportar una nueva mirada en materia de asistencia al medio ambiente e impulsar la construcción de huertas o espacios verdes en propiedades de régimen horizontal, pero también en edificaciones públicas.
La ordenanza prevé que los edificios nuevos a construir presenten un plan para la construcción de dichos espacios en las futuras edificaciones, mientras que para aquellas propiedades de régimen horizontal ya existen tendrán hasta el 2027 para su aplicación. Solo sería obligatorio para los edificios públicos, aunque con un plazo de 5 años para adaptar el sitio.
“Para fomentar la aplicación sumamos reducción de alícuotas municipales para aquellos lugares que opten por la instalación de los techos o terrazas verdes”, había explicado el concejal peronista.
La concejala bullrichista, María Belén Muñoz, resaltó la iniciativa: “Celebro que haya traído esta discusión al recinto. Es un proyecto muy bueno y ambicioso”.
“Es necesario en nuestra ciudad llevar a cabo políticas públicas para mitigar las emisiones de carbono, purificar el aire y reducir la temperatura. Hay muchos especialistas en la temática para discutirlo. Quizás sería importante incorporar la idea de muros verdes”, agregó.

Sin embargo, el que salió con los tapones de punta fue Nicolás Morzone, del bloque PRO: “Sigue con el patrón de cargar medidas sobre los vecinos de La Plata. Ahora se va a establecer como obligatorio que van a tener que pagar un techo verde. Es un proyecto desfasado con las prioridades. Sigue estableciendo regulaciones para joderle la vida a la gente”.
Granillo Fernández quedó algo descolocado con el tono de Morzone. “Hay un poquito de exceso”, dijo irónicamente.
“Se debería reducir el trabajo del Concejo a los temas que le interesen a Morzone. Hay un sumario de 111 expedientes, entonces trabajemos en los 2, 3 o 4 que le gustan a Morzone”, siguió.
“Ese no debería ser el tono de la sesión. Tiene que primar un respeto por la labor de los concejales”, agregó Granillo Fernández, molesto por el tono de su par del PRO.
“Está indignado por la gestión de Alak pero es lo que votaron los platenses. El concejal Morzone tendrá que tener paciencia hasta el 2027, y seguramente ahí lo acompañarán los platenses por todo lo que viene haciendo por la ciudad”, completó sarcástico el concejal peronista.