Ayelén Lepeskevicius tiene 35 años, es de La Plata y después de recibirse quedó a un paso de cumplir su sueño. Mientras tanto, con el aguante de su amiga, salió a la calle con una fórmula bien casera.
La mujer es maestra jardinera, pero se le presentó un obstáculo. "Todavía no logro llegar al puntaje para agarrar un cargo, una titularización o una suplencia larga", dijo a LAPLATA1.com. "Me llaman por dos o tres días, pero no logro tener un sueldo. Siempre cobro por debajo de 100 mil pesos", contó.
Llegar a fin de mes se volvió una misión imposible para Ayelén. Su mamá murió hace tres años, y a los seis meses su papá se fue a vivir al sur. Ella quedó sola con su pareja, que tiene una discapacidad que le imposibilita trabajar pero no lo aleja de las changas. Juntos tratan de construir una casa y "con lo que salen los materiales es imposible avanzar mucho".
Florencia Botello, la amiga de Ayelén que vive a dos cuadras de diferencia, es madre soltera de un chico de cuatro años y espera la llegada de un nuevo hijo. Juntas salieron a la calle e instalaron un mini puesto de donitas y pan casero en 488 y 28.
"Ella se maneja más por Instagram yo no tengo vergüenza en ir a ofrecer casa por casa", dijo Ayelén a este medio. De todas formas, por seguridad, eligió quedarse en las cercanías de su hogar. "Como todo, hay días buenos y malos", contó sobre el emprendimiento.
Ayelén no olvida su vocación. Atravesó 12 largos años hasta recibirse y pasaron muchas cosas en el medio. "Donde yo estudiaba tenía que pagar y me costó solventarlo, pero siempre tuve fijo que quería ser docente. Fue siempre mi meta", explicó.
"No reniego de haberme recibido tan tarde, sino que eso me ayudó a madurar y a entender que realmente quería hacer eso", expresó Ayelén. "Sigo por mi sueño, capacitándome en lo que pueda y sobreviviendo", cerró.