Belén es de La Plata, tiene 40 años y es una verdadera experta en el mundo de los duendes.
En diálogo con LAPLATA1.com, la vecina de Sicardi cuenta cómo surgió su proyecto. “Arrancó como algo terapéutico”, dice.
“Es un sueño pero nació de una necesidad. Somos una familia de 6 personas y hubo que inventar. Todo surgió hace 6 años, en el Día de la Madre”, recuerda.
Belén vio que había un seminario presencial para hacer duendes: “Siempre me gustaron, soy medio hippona. Una amiga me insistió mucho para que vaya porque a mi me costaba salir de la casa”.
Finalmente juntó fuerzas, le hizo caso a su amiga y asistió al curso. Una decisión súper acertada.
“Me sentí muy bien conmigo misma. Ese día volvió a mi casa y ya me puse a pensar todo lo que tenía que comprar para hacerlos”, señala.
Los primeros salieron “feítos”, reconoce Belén entre risas. Pero de a poco fue puliendo detalles y su comedor empezó a llenarse de estos nuevos personajes.
“Mi papá me decía de guardarlos en la caja y cuando lo estaba por hacer lo publiqué en Facebook. En una semana había vendido todos los que ya había hecho”, comenta. Furor total. A su proyecto de duendecillos lo bautizó Marenoul, por el nombre de sus cuatro hijos. Ellos también crecieron en el mundo de fantasías de su madre, que aprovechaba las madrugadas para confeccionarlos.
“Primero lo hice por algo terapéutico, mental. Me empezaron a salir cada vez más lindos, y desde ese momento no paré de vender”, resume. Luego la situación se fue complejizando: le empezaron a pedir duendes de 1,35 metros.
Desde hace cuatro años también aborda el mundo de Papá Noel. Para las próximas fiestas ya tiene un stock de 14 Papá Noel que miden 1,60 metros. Tranqui.
“Durante el año le damos a los duendes, y para las fiestas hacemos Papá Noel. Me han pedido cosas raras. Por ejemplo Saw, de El Juego del Miedo, y también la muñeca maldita Annabelle", reconoce.
Belén también recuerda que estudió en Bellas Artes. Pintaba cuadros y vendía agendas hechos con papel artesanal en el Parque Saavedra. No es la primera vez que se mete de lleno en el mundo artístico.
“La remamos mucho. Nunca alcanza y menos ahora, pero pasamos por todas”, completa la vecina platense.