
El caso de la mujer policía que asesinó a sus dos hijos en San Luis sumó un nuevo y escalofriante capítulo. Se conoció que Marina Silva dejó una serie de carteles en la puerta de su casa con el objetivo de que los vea su hermana cuando llegara al lugar.

Los investigadores determinaron que el crimen de los nenes de 2 y 7 años ocurrió entre las 5 y las 6 de la mañana mientras ambos dormían en la cama que compartían con su madre. La fiscal María del Valle Durán detalló: “Habría puesto almohadas sobre las cabezas y les habría disparado”.
El avance de la investigación determinó que una hora después de cometer el crimen, Silva comenzó a pegar carteles en las puertas de su casa. Uno lo dejó sobre la puerta trasera y otro en el frente de la vivienda.
“No entres”, decía el mensaje ubicado en la puerta que da al patio trasero de la casa del barrio Los Fresnos de la localidad puntana de Juana Koslay. El cartel pegado en el sector delantero de la casa tenía un mensaje con el mismo sentido: “Melina llama a la Policía, no entres”.
El objetivo de ambos carteles era advertir a su familia para que no ingresara a la casa y así no se encontrara con la trágica escena que había en su interior: ambos nenes asesinados en la cama de su habitación.
Luego, la subinspectora envió un mensaje al grupo de WhatsApp de sus hermanos pidiéndoles que la perdonen por lo que había hecho. “Perdónenme hermanos por lo que hice”, rezaba el mensaje, según detalló el medio local El Chorrillero.
Mientras escapaba de la casa, la mujer llamó a la Comisaría 34 en la que trabajaba y le pidió a sus compañeros que fueran hasta su casa. Les indicó que la puerta estaba abierta y fue entonces que los efectivos encontraron a los dos nenes sin vida.