La temporada 2024 del chileno claramente no será recordada. Si bien lo prioritario en primer lugar era su recuperación después de la convulsión sufrida por una trombosis del seno longitudinal superior (cerebro), está claro que una vez superada esa dramática etapa se focalizó en lo que pretendía: volver a pisar una cancha. Desde entonces, tras recibir el correspondiente alta médica, por distintas razones no pudo reincorporarse efectivamente al plantel y ahora depende nuevamente de los estudios médicos.
El 2024 le ha planteado una serie de obstáculos importantes al futbolista trasandino, quien actuó por última vez el 17 de marzo de este año, ante Boca. De allí en adelante, hasta que pudo comenzar a trabajar a la par del grupo, pasaron casi 5 meses dado que recibió la autorización médica el 14 de agosto, luego de haber realizado durante semanas algunos trabajos de menor exigencia.
Y la recuperación parecía marchar favorablemente en ese entonces porque pocos días después, el 18 de agosto, Eduardo Domínguez decidió convocarlo para el duelo con Atlético Tucumán, en su afán por reincorporarlo paulatinamente al grupo. Pero al tiempo lamentablemente llegó otra mala para el nacido en Talcahuano: aunque asustó a todos lados en primer lugar, luego se terminó confirmando que padeció una lesión muscular en isquiotibial izquierdo que lo dejaba al margen del cotejo siguiente, ante Boca.
De esa lesión anunciada el 26 de agosto, entonces, a esta parte, cuando se disponía a volver a la consideración ante Defensa y Justicia este último sábado, se conoció que el viernes 27 sufrió un accidente automovilístico y se le diagnosticó una lesión ligamentaria a nivel c5 /c6 (columna cervical). ¿Cuál es ahora la situación actual? Deberá permanecer al menos un mes con el cuello inmovilizado y en base a su evolución se observará si amerita operación. En caso de que así no sea, con suerte, en diciembre podría tener su regreso esperado.