Cinthia Bustamante es de Los Hornos, tiene 28 años y también una pequeña de 6. Vive en la casa de sus padres y aprovechó una habitación que estaba libre para cumplir su sueño.
“Estudié Psicopedagogía pero me quedó una materia para recibirme ya hace un tiempo. La rendí dos veces mal y me bloqueé”, dice en diálogo con LAPLATA1.com. Lo comenta con alguna risa pero claramente es un desafío pendiente.
Desde muy chica, sin embargo, Cinthia tuvo un gran amor por la cocina: “Ya cuando tenía 13 o 14 años buscaba lo que hubiese en casa y lo hacía torta, a veces sin huevo, a veces sin aceite, con lo que había”.

Hace dos meses, empujada por la compleja situación económica, decidió ensuciarse las manos y sacar un provecho monetario.
“Empecé con 10 budines y publicando en Facebook, desde mi usuario personal. Los vendí todos y al próximo finde hice 30. Vendí 27, así que eso me impulsó a seguir”, recuerda.
“Sinceramente ahora estoy notando que cuesta mucho más, como si este último mes y medio el consumo hubiese bajado bastante. Produzco menos y no llego a vender todo. Es algo que charlé con personas de otros rubros y me comentan lo mismo”, reflexiona también la joven de Los Hornos.
Ahora hace budines pero también pastafrolas, tartas de coco y alfajores. Por el momento las tortas las deja para su familia: “No me animo mucho”.

La historia laboral de Cinthia es una caja de sorpresas. Mientras estudiaba Psicopedagogía, trabajaba en una cooperativa de limpieza municipal en el Cementerio de La Plata.
Luego tuvo un percance médico y se operó la rodilla. Finalmente debió dejar ese laburo porque no podía cumplir con las exigencias físicas.
Así fue que la joven se dedicó 100% a la carrera y al poquito tiempo quedaría embarazada.
“En pandemia rendí todos los finales que me quedaban menos uno. Estuvo complicado, en ese momento, mi pareja no tenía trabajo pero mi mamá era personal esencial y nos sostuvimos con su empleo”, explica Cinthia. ¿Se romperá la maldición del último examen?




