El exceso de grasa corporal, especialmente en el área abdominal, puede aumentar significativamente el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Los expertos explican que, a medida que la cantidad de grasa aumenta, el cuerpo necesita crear nuevos vasos sanguíneos para nutrir las células adiposas. Esto obliga al corazón a trabajar más para bombear sangre a todas las áreas del cuerpo, aumentando la presión arterial y el esfuerzo general del sistema cardiovascular.
La grasa localizada en la sección media, conocida como "pancita", representa un peligro adicional, ya que se asocia con un mayor riesgo de problemas cardíacos. Este tipo de grasa no solo influye en la presión arterial, sino también en los niveles de colesterol en el flujo sanguíneo, lo que agrava aún más la situación.
Además, el sobrepeso puede generar una barrera psicológica y física para mantener un estilo de vida activo. Muchas personas que luchan con el exceso de peso reportan dificultad para realizar ejercicio, lo que se convierte en un ciclo vicioso: la falta de actividad física contribuye al aumento de peso, lo que a su vez perjudica la salud cardiovascular.
Es importante entender que el peso no es solo una cuestión estética; la grasa acumulada alrededor de los órganos internos puede derivar en problemas serios, como hipertensión y otros trastornos del corazón. Por lo tanto, mantener el peso bajo control es crucial para promover una buena salud cardiovascular y prevenir enfermedades futuras.
Recuerda siempre consultar a un profesional formado como médicos, nutricionistas, deportistas o los distintos asesores de bienestar que se forman en diferentes especialidades para que tengas un correcto seguimiento de acuerdo a tus preferencias y necesidades