
Pocas situaciones deben generar tanta impotencia, desconcierto, miedo y desesperación al unísono como la de ver bruscamente interrumpido el sueño, en el propio hogar, por delincuentes. Ya sea uno o, como ocurre últimamente, varios.

Justamente fue lo que también debieron soportar un jubilado de 77 años y su esposa de 76, en los primeros minutos de ayer, cuando descansaban en el dormitorio de su vivienda de Ringuelet.
Según pudo saber este diario, el angustiante episodio de inseguridad se produjo poco después de la medianoche en el domicilio que habitan los damnificados en 513 entre 10 y 10 bis.
En relación a lo sustraído por los asaltantes, una de las víctimas hizo saber que “nos llevaron alrededor de 200.000 pesos, relojes y el celular de mi esposa, por ejemplo”.