Una joven estudiantes fue asaltada violentamente en su vivienda de diagonal 77 entre 9 y 42.
El delincuente abrió la ventana corrediza de un baño y logró ingresar a la propiedad. La víctima se despertó sobresaltada por un ruido proveniente del baño.
Cuando acudió al lugar se topó con un sujeto tirado en el suelo y retorciéndose del dolor.
Se trataba del ladrón que, luego de que los cálculos le fallaran, cayó desde la ventana por la que se encontraba ingresando.
Sin embargo, esa situación no tranquilizó al ladrón, sino que lo incentivó a profundizar las amenazas y hasta le dio un golpe de puño en la cara de la joven.
Finalmente, el sujeto terminó escapando con 800 dólares, una notebook, dos celulares e indumentaria.
El nivel máximo de tensión se alcanzó cuando el sujeto la forzó a sentarse en una silla y la ató de pies y manos. Luego, abandonó el lugar dejando a la joven atada.




