"El pelado” de los fletes la rompe con su camioneta del año 1970 en La Plata, Berisso y Ensenada.
En diálogo con LAPLATA1.com, Ulises cuenta un poco de su historia y la travesía que significó poder trabajar en la pandemia.
“Tengo dos hijos, ya de 21 y 23 años. Son independientes y ahora estoy viviendo de prestado en la casita de mi abuela”, señala. Y es que actualmente está construyendo en un terrenito que tiene a solo una cuadra de la vivienda de su nona.
“La realidad es que le meto todos los días al flete. Me gano el pan con la F100 de 1970”, subraya.
Previamente había trabajado de forma fija como chofer en una empresa constructora pero la crisis acechó y Ulises no pudo esquivar la reducción de personal.
La pandemia fue un momento crucial. Solo tenía una moto y decidió incursionar por primera vez en el mundo de los fletes.
“Cambié mi moto por una camioneta viejita y me largué con los fletes. Trabajé toda la pandemia, con permiso de un lado y del otro, esquivando controles. Era una proeza salir a trabajar, y sobre todo por el riesgo que significaba para mi salud”, recuerda.
“La realidad es que me di el lujo de poder progresar y salir adelante con el flete en un momento muy difícil”, agrega. Logró gambetear el Coronavirus casi hasta el final, cuando ya estaba todo abierto. Hoy lo menciona con alguna sonrisa.
“Estando solo, ya con mis hijos independientes, mi situación cambió. No tengo la misma presión de generar un sueldo para mis hijos. Ellos viven solo. Es otra cosa”, completa “el pelado”.
