Mariano “El Rubio” Zambrano, líder de una banda que se dedicaba a robar relojes de lujo en joyerías de “estilo europeo”, fue condenado a 16 años de prisión este martes. Los integrantes de la organización delictiva fueron condenados a 8 años de cárcel.
El Tribunal Oral en lo Criminal N° 14 de la Ciudad de Buenos Aires consideró a Zambrano como el responsable de liderar una asociación ilícita con dos robos agravados en Galería Pacífico y Patio Bullrich.
Los jueces Gustavo Pablo Valle, Eduardo Gabriel Vega y Domingo Luis Altieri habían dictado una condena de 8 años de prisión, pero “El Rubio” deberá pasar 16 años más en la cárcel porque se le computó una condena del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°4 de San Martín por un delito cometido en 2017.
La Justicia Nacional también condenó a ocho años de cárcel a Facundo Ortiz Tirabassi (41), también acusado de ser uno de los jefes de la asociación ilícita y de participar de los robos de relojes de alta gama.
Los otros miembros que formaban parte de la banda recibieron condenas de entre tres y cinco años de prisión, mientras que hubo algunos acusados que fueron absueltos por el tribunal.
El modus operandi fue lo que hizo famoso en el ambiente criminal a “El Rubio”. Los especialistas detallaron que sus golpes comando sobre las joyerías porteñas tenían un “estilo europeo”.
En ese sentido, explicaron que la modalidad de “elite” consiste en la organización para analizar el lugar donde se llevará el ataque, la elección de los delincuentes que participarán del robo y, principalmente, cómo se lleva a cabo: rompiendo exhibidores y vitrinas.
Uno de los últimos golpes de los que se le acusa ocurrió el mediodía del domingo 12 de septiembre de 2021 en la joyería Testorelli, ubicada en Galerías Pacífico. Mientras se celebraban las PASO, dos personas ingresaron y redujeron al empleado de seguridad.
Los ladrones usaron armas para amenazar a los empleados y una maza para romper tres vitrinas y un mueble. En un minuto se llevaron 29 relojes, muchos de ellos Rolex y Cartier. Un tercer asaltante los esperaba del lado de afuera del local. Se escaparon a bordo de un auto con un cuarto cómplice al volante.
Con la plata que recaudó con los robos a las joyerías, Mariano Zambrano abrió una carnicería, un kiosco y dos máquinas de helados que instaló en distintas ferias del oeste del Conurbano. Por la mañana atendía la caja de su carnicería donde tenía 10 empleados.
Pese al dinero que tenía, era consciente de que lo buscaba la policía, por lo que prácticamente no utilizaba su celular para no ser rastreado. Sin embargo, un llamado de su novia y un hotel alojamiento llevaron a su detención.
La llamada de la mujer de Zambrano alertó a los investigadores que el sospechoso se encontraba en la localidad bonaerense de Ingeniero Allan, partido de Florencio Varela. En esa charla, arreglaron verse en un hotel alojamiento de Vicente López.
Hasta ese lugar fueron los investigadores tras analizar los videos de las cámaras de seguridad e identificar la camioneta Volkswagen Amarok Azul en la que habitualmente se movía Zambrano.
Los policías detuvieron a Zambrano, quien iba a bordo de la Amarok con un acompañante y llevaba un fusil automático liviano (conocido como FAL) y un fusil de asalto M16 calibre 5.56 mm. Ya caía sobre él un pedido de captura internacional.