A los 40, Victorio D’Alessandro encara un proyecto deseado que todas las semanas es halagado por el público. Se trata de Las cosas maravillosas, una obra dirigida por Mey Scápola que antiguamente también fue encarada por Peter Lanzani, Candela Vetrano, Franco Masini y Andy Kusnetzoff.
El actor reconoció que siempre había tenido ganas de hacer un unipersonal, y que esto le cayó como anillo al dedo. “Como Candela no iba a poder terminar la temporada debido a su embarazo, ni dudé en tirarme a la pileta. Me gusta encontrar lugares que no haya habitado antes. Yo estaba en España, y hacer teatro en la Argentina me tentó. Siento que fue reencontrarme con mis raíces”, detalló.
Para Victorio las cosas maravillosas es aquella fe depositada en lo simple y la esperanza en lo que hacemos. La pregunta también lo hizo viajar al pasado y rememorar el apoyo incondicional de sus padres, las piezas fundamentales de su exitosa carrera como artista. “En la vida me marcó el acompañamiento de mis padres en lo que quería hacer. Cuando uno es chico y desconoce el ambiente es difícil encontrar el camino. Ellos siempre estuvieron dije que quería estudiar teatro. Tal vez sin ellos no me hubiese animado”, comentó.
Después de haber pasado por Floricienta y Son de Fierro, Vico llegó a Casi Ángeles en 2008. Allí interpretó a Luca Franccini desde la segunda hasta la cuarta temporada, convirtiéndose en un actor megapopular. D’Alessandro aseguró que la exposición no fue nada fácil: “Fue muy fuerte. Jamás me lo imaginé. Uno no está preparado y me costó entenderlo”.
A él no le pesó haber sido un “chico Cris Morena”, y tampoco se sintió encasillado en ese lugar, ya que una vez terminada su participación dio el salto muy rápido a Herederos de una venganza (eltrece), una historia totalmente distinta donde obtuvo un jugado papel. “Siento que haber estado en Casi Ángeles fue un hermoso trampolín, una gran ventaja”, precisó.
La obra continuará todos los viernes de noviembre a las 22:30 en el Multiteatro, pero no puede evitar proyectar grandes ideas para 2025. “Trabajo para una productora, escribo, me gusta estar encima de lo que quiero hacer. Compré los derechos de una obra y también me dedicaré a eso. Además voy a estar en En el barro, el spin off de El Marginal”, concluyó ilusionado y feliz de interactuar cada semana con el público en un espacio único donde la emoción se roba el protagonismo.