
Xoana Edith Escobar había desaparecido el martes pasado, luego de salir de su casa en Rafael Castillo, partido de La Matanza. La búsqueda terminó cuando hallaron su cuerpo dentro de un tambor en una zona descampada de la localidad de Libertad, en Merlo.

La mujer tenía 36 años y era madre de 7 hijos. La familia comenzó a preocuparse cuando no volvió a su casa y dejó de responder su celular. Según su entorno, la víctima se dirigía supuestamente hacia la zona de Morón.
Según lo informado hasta el momento, la víctima estuvo en la parada del colectivo hasta las 19.30. Después de esa hora, no se registró más actividad en su teléfono celular ni en su tarjeta SUBE.
La incertidumbre se prolongó hasta el viernes. Cerca de las 18.15, los investigadores encontraron su cuerpo “en un camino sumamente inhóspito”. Estaba en posición de cuclillas, vestida con la ropa que los familiares describieron la última vez que la vieron con vida, y tenía una soga en el cuello. La principal hipótesis es que el autor del crimen la asesinó en otro lugar y luego trasladó el cuerpo hasta allí.
Aunque la denuncia por su desaparición se había presentado en una comisaría de González Catán, la investigación quedó a cargo de la fiscal Marina Rueda, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N.º 11 de Morón, especializada en Violencia Familiar y de Género, debido a la jurisdicción del hallazgo.
La fiscal Rueda ordenó la realización de una autopsia para determinar la causa de muerte. El examen forense, llevado a cabo este sábado, confirmó que Xoana murió por asfixia mecánica. Mientras continúan recabando pruebas, los investigadores trabajan en identificar y capturar al responsable del homicidio.