Mientras que la mayoría de los argentinos dormían, Franco Colapinto disputó una nueva carrera de la Fórmula 1 y, tras el accidente de 50G que había sufrido en la clasificación, que lo hizo salir último desde los pits, logró mejorar seis puestos y terminar en el 14° del GP de Las Vegas.
Sin embargo, a pesar de estar despierta, Eugenia “La China” Suárez no se detuvo a ver la carrera del piloto de automovilismo, con quien fue vinculado románticamente en la última semana.
La China y Franco habían sido vistos saliendo juntos de un restaurante de Madrid y luego paseando de día por la Gran Vía durante el fin de semana pasado, lo que despertó rumores de romance. Desde entonces, ambos evitaron hablar con la prensa al respecto, la actriz volvió a Buenos Aires y el piloto viajó a Estados Unidos para su competencia.
En ese contexto, ya de regreso en Argentina, la madre de tres hijos aprovechó la noche del sábado y salió a bailar con sus amigos. De esta manera se mostró disfrutando de la música de un reconocido boliche de Palermo, mientras que Franco corría desde las tres de la mañana.
En sus historias de Instagram, Suárez compartió algunas postales de su salida, que se llevó a cabo para celebrar que llegaron a su fin las grabaciones de la segunda temporada de En el barro, el spin-off de El Marginal, dirigida por Sebastián Ortega.
El festejo incluyó desde un party bus a pura fiesta para llegar al boliche y hasta un santuario con estampitas de algunos de los protagonistas de la serie. En este caso, La China mostró la imagen de su cara vestida de Virgen y con la leyenda “Santa China”.
Además, los organizadores de la fiesta se tomaron el tiempo de ambientar el espacio como una cárcel, para serles fiel a la tira, con banderas, inscripciones en las paredes y hasta un stand de tatuajes en vivo, en los que la pareja de Ortega y Valentina Zenere pasaron a marcarse la piel.