Sabrina Montes tiene 20 años, es de La Plata y en plena pandemia empezó un emprendimiento de comida dulce a puro esfuerzo. Desde entonces nada la detuvo y ahora tiene un gran sueño.
"Vengo de una familia humilde y mi principal motivación fue el querer ayudar a mi mamá. Yo tenía 16 años y no podía trabajar, quería colaborar con algo más", dijo la joven a LAPLATA1.com. El primer año fue duro: las ventas eran escasas, seguían las restricciones por el COVID-19 y había cierta desconfianza.
Aunque no estaba muy interiorizada en el tema, Sabrina se esforzaba mucho y empezó a incluir comida salada en sus producciones. Mientras tanto, hacía repartos en bicicleta. Sin embargo, las ventas seguían en baja e incluso hubo una etapa de desesperanza: "Perdía mucho tiempo y dejé de hacer envíos".
Apenas terminó la secundaria, la joven empezó gastronomía y desde entonces, pese a algunos contratiempos, todo fue para bien. "Fue un éxito", dijo a este medio. Y al poco tiempo, tuvo la idea de incorporar catering y meterse en el mundo de los eventos. Como pudo, invirtió en mobiliario y el nuevo emprendimiento empezó a tomar forma. Como frutilla del postre, tenía un valor agregado: sumó maquillaje artístico, tema en el que es una profesional.
La nueva idea no solo había tomado forma, sino que estaba creciendo. También implementó el servicio de mozos y buscó a sus vecinos de Gorina para brindar el servicio. "Toda la ganancia va para ellos y a mí me servía de publicidad", explicó. Su último proyecto consiste en hacer eventos de degustación para darse a conocer aún más.
"Tuve un gran apoyo de mi mamá y mis abuelas. Me ayudaron muchísimo, al igual que muchos de mis vecinos", dijo Sabrina. "Este largo camino me demostró que como persona no me dejo caer a las primeras dificultades, que la sigo peleando porque sé que en algún momento volverá a florecer el éxito y lo que me proponga lo voy a lograr. Como profesional gastronómico, ningún tipo de desafío me va hacer dudar de mi, de la gran chef que logre llegar a ser", expresó.
"Tengo la fe de que con mucho esfuerzo y dedicación cumpla el sueño de tener el salón propio. Significaría haber llegado muy alto, pero en realidad el mayor sueño de mi vida sería poder darle la casa que mi mamá tanto anheló", cerró.
