Ricardo tiene 38 años y junto a su hija no paran de cocinar en La Plata. Una dupla que se entiende a la perfección.
En diálogo con LAPLATA1.com, Ricardo cuenta un poco de su dura historia. A los 14 años empezó con el tema de las drogas y ahora quiere dar vuelta esa página.
“Tengo 6 chicos, y los crié casi siempre solo. En un momento tuve problemas con las drogas, me interné y tuve que empezar de cero”, señala.
“Mi hija mayor me dio el empujón para internarme. Era un lugar cristiano. Ahí conocí a Dios. Estuve un tiempo pero después salí porque quería estar con mis hijos y me querían mandar a otra provincia”, cuenta también.
Hace muy poquito que Ricardo volvió a reinsertarse en la sociedad después de la internación. Trabajó dos semanas para juntar algo de dinero, y entendió que su destino estaba por el lado de la cocina.
Él había laburaba ya como carnicero y pollero. Tiene cancha en la gastronomía: “Junté algo de plata con ese trabajito y me compré dos pollos, un paquete de pan rallado, algunas cositas más y arrancamos. Nos está yendo bastante bien”.
Ricardo dice que es una “bendición” poder estar con sus hijos. “Me están pasando cosas muy buenas”, señala. De a poquito se va acomodando su vida.
“A veces me paso toda la noche cocinando y no duermo. Pero lo hago con mucha alegría”, completa Ricardo, que junto a Tatiana conforman RyB.