
Gran Hermano entró en una semana crucial y Santiago del Moro, dio un anuncio explosivo que sacudió a los 22 participantes. En los últimos minutos de la gala del jueves, explicó con precisión quirúrgica los detalles de lo que será una de las semanas más estratégicas y determinantes del juego.
“Chicos, les quiero decir algo que es importante. Tenemos gala, voto negativo el domingo. El lunes tenemos un programa especial porque el martes 24 es Nochebuena y después viene Navidad", arrancó, con tono serio y pausado, frente a un grupo de jugadores que seguían cada palabra sin tomar dimensión de lo que estaba por explicarse.
El próximo lunes, la casa vivirá una nueva dinámica, un giro inesperado que pondrá a prueba la personalidad y el carácter de cada uno. Todos los participantes quedarán automáticamente en placa de nominados. Solo uno logrará salvarse: quien conquiste el liderazgo en la prueba semanal. El resto, sin excepción, deberá enfrentarse al voto positivo del público.
Pero la sorpresa no terminó ahí. Del Moro continuó delineando la semana que tendrá a la casa en vilo: el lunes, se abrirá una placa general con todos los jugadores nominados. Solo el líder obtendrá inmunidad y quedará afuera de la votación. El jueves, habrá una primera bajada de placa, reduciendo el número de nominados. Finalmente, el domingo, los últimos 10 jugadores restantes en placa deberán enfrentarse a la eliminación en una gala donde el voto positivo será decisivo.
“Todo voto positivo, por eso van a necesitar gente que los banque. Les dije esto para que vayan craneando el juego“, concluyó Del Moro, al dejar en el aire una mezcla de nervios y ansiedad que se apoderó de los rostros de los participantes.
El mensaje fue contundente: no hay espacio para la pasividad ni para esconderse en las sombras. Esta semana, Gran Hermano se convertirá en un verdadero campo de batalla donde cada movimiento, palabra y estrategia será evaluado por el público. El liderazgo será el boleto de salvación; el resto, quedará a merced de los votos.