
Una joven de La Plata está totalmente desesperada por los actos de violencia que han cometido dos vecinos. Sucede en la zona de 11 y 38.
Ya realizó varias denuncias pero todavía no consiguió ninguna medida perimetral. El sujeto, según consta en las denuncias, irrumpió en su domicilio en dos oportunidades. En una de ellas fue porque la joven había elevado el volumen de la música. Una situación muy similar a la del colectivero asesinado por el policía retirado en Lomas del Mirador.
En la primera denuncia, la joven precisó que el vecino, de nombre Facundo, vive en el piso de arriba y siempre “escucha gritos, portazos, cosas que se rompen desde el departamento de él, discusiones muy violentas”.
También la denunciante indicó que hizo todo lo posible para tratar de no confrontar hasta que el 12 de junio explotó: “Siendo la 1 de la madrugada era insoportable la cantidad de ruido que provenían del departamento”. Llegó a medicarse para poder dormir. “Basta che”, gritó en ese momento la joven, harta del bullicio en plena madrugada.
Fue el principio de una pesadilla. Según señaló en esa denuncia, escuchó un portazo y el sujeto empezó a forzar la puerta de entrada a su domicilio. Estaba enardecido. “Hija de puta, dejá de romper las pelotas, me tenés re podrido, te voy a cagar matando, sé en lo que andas. Te voy a cagar a trompadas”, le gritó desaforado. También la pareja del hombre se sumó a los insultos. Finalmente se marcharon al ver que algunos vecinos ya estaban al tanto del escándalo.
El 17 de julio volvió a repetirse una situación límite. De acuerdo a la denuncia oficial, la joven “comenzó a oír gritos por parte de Facundo y su pareja, por lo cual tuvo que poner música en volumen alto para evitar escucharlos ya que la conversación la perturbaba. En cierto momento oye un estruendo y observa cómo la pareja de Facundo había tirado la puerta y portaba un cuchillo en su mano”.
“Vos hija de puta, te vas a tener que ir de acá por las buenas o por las malas. Me tenés cansada. Dale, vení, reaccioná ahora”, le dijo la mujer enardecida.
Pero fue por más: la zamarreó, tomó sus anteojos y los arrojó al suelo. Según la denunciante, también se llevó 80 mil pesos y una tarjeta SUBE que había en el mueble. La joven quedó en shock y luego llamó a la policía, quienes le informaron que debía realizar la denuncia a la Fiscalía. No podían ingresar al domicilio de los vecinos agresivos.
La joven sigue profundamente desesperada y pide algún tipo de intervención. En diálogo con LAPLATA1.com, indicó que no son propietarios sino “ocupas”.
“Me hostiga, salgo y está en la puerta. Cuando recibe a su hija me hace amenazas gestuales. Me tira tierra en mi patio. Su aire acondicionado me inunda mi otro patio. No le puedo tocar el timbre porque ya una vez me atendió en paños menores y me hizo comentarios sexuales”, agregó sobre el sombrío panorama. Por esta situación, la joven ya puso en venta su inmueble.