El fin de una etapa para los paradores de cemento en Pinamar: con la demolición de Cabo Blanco se suman más metros de playa

Con la caída del último balneario de hormigón, la ciudad balnearia culmina un proyecto que transformó su frente costero, recuperó espacio público y renovó su identidad turística
Sociedad 04/01/2025 . Hora: 09:33
El fin de una etapa para los paradores de cemento en Pinamar: con la demolición de Cabo Blanco se suman más metros de playa

El parador Cabo Blanco, esa mole de cemento que desentonaba con el manto amarillo de los médanos y el vaivén del mar, ya es historia. Se trataba de la última estructura de cemento que quedaba en pie en la costa de Pinamar, que parecía resistirse al paso del tiempo y a las nuevas normas. Su demolición simboliza un adiós definitivo a los antiguos balnearios de hormigón que durante décadas dominaron el pasaje costero y marca un hito en un proceso de renovación del frente marítimo que lleva más de nueve años y que transformó radicalmente la fisonomía de este destino turístico.

Construido con un estilo mediterráneo, Cabo Blanco lucía abandonado en la zona norte de la ciudad, a pocos metros de donde finaliza la Avenida del Mar, obstruyendo la recomposición natural del médano y afectando el cuidado del acuífero de agua dulce. La estructura tenía más de 600 metros subterráneos que eran destinados al depósito de vehículos náuticos y vivienda para trabajadores de verano, y más de 400 metros de superficie en la planta visible.

En su última etapa, se encontraba cercado por madera y rodeado de vegetación que avanzaba sobre sus muros deteriorados. En su interior se acumulaban escombros y objetos abandonados. El lugar era utilizado por surfistas para cambiarse, antes y después de adentrarse al mar. En ocasiones, allí también solían verse a jóvenes usando los techos y las paredes para practicar skate.

En ese espacio predomina hoy la arena. Está rodeado por una cerca de madera y en el frente hay un cartel que indica: “Remediación del médano. No circular”. En días de mal clima, los vendedores ambulantes resguardan allí sus carros.

PROVINCIA NET

Desde el municipio informaron que el área se destinará a playa pública, aunque también podría albergar propuestas temporales, como stands o actividades promocionales, sin construcciones fijas. De hecho, en los últimos días se instalaron sombrillas de paja en la zona como parte de una acción publicitaria.

La “caída” de Cabo Blanco forma parte de la renovación del frente marítimo de Pinamar que comenzó en 2016, durante la gestión del exintendente Martín Yeza, impulsada por una normativa de 2009 que limitaba el tamaño de las construcciones a 350 metros cuadrados y promovía el uso de materiales sostenibles y diseños respetuosos con el entorno natural.

CADENA COOL

El proyecto, que eliminó 46 paradores de cemento, permitió la recuperación de más de 110.000 metros cuadrados para playa pública y devolvió al médano costero su vegetación original. “La renovación implicó la demolición de 60.000 m² de hormigón, la recuperación de 1300 metros lineales de playa pública (antes solo había 200 metros lineales), la protección del acuífero de agua dulce y nueva infraestructura que permitió tener actividad turística todo el año”, afirmó Yeza en su cuenta de la red social X.

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