
El Gobierno de Chile puso fin a la misión de su teórico embajador en Caracas, Jaime Gazmuri, ante la falta de avances para resolver el “fraude electoral” cometido en los comicios del 28 de julio y a tres días de que se inicie teóricamente un nuevo mandato presidencial en Venezuela.
El Ejecutivo de Nicolás Maduro ya había ordenado el año pasado la expulsión del embajador, pero la parte chilena “ha decidido poner término a la misión”, en un simbólico pronunciamiento del Ministerio de Exteriores que deja a Chile sin representante hasta nuevo aviso.
“Esta medida responde a la evolución de los hechos a partir de las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024 en Venezuela, tras las cuales Nicolás Maduro ha asegurado que seguirá siendo el Presidente de ese país desde el 10 de enero, como resultado del fraude electoral perpetrado por su régimen”, indicaron.
Cabe recordar que el Gobierno de Gabriel Boric denunció varias veces que en los últimos meses “la falta de apertura” del chavismo ha ido en aumento y “ha impedido el desarrollo de un diálogo bilateral efectivo”.
A futuro, “Chile espera que Venezuela pueda retomar la senda de la democracia y de la promoción y protección de los Derechos Humanos”, valores que hoy considera “ausentes”.
En agosto del año pasado, el Senado de Chile aprobó una resolución, impulsada por partidos conservadores, que pide al presidente del país, Gabriel Boric, elevar al Tribunal Penal Internacional (TPI) una orden de captura contra su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, alegando “graves crímenes que constituyen una amenaza para la paz, la seguridad y el bienestar de la humanidad”.
“No es posible ignorar el sufrimiento de miles de víctimas por causa de persecuciones de distinta índole ocurridas en Venezuela durante años y en especial por la persecución sufrida por miles de víctimas tras el evento electoral presidencial realizado el 28 de julio del presente año, entre los que se encuentran grupos especialmente vulnerables como son niñas y niños”, consideraron.