En el cierre del 2024 se presentó un proyecto para promover la detección temprana y el abordaje de niños y niñas afectados por disfemia, tartamudez o cualquier otra alteración en la fluidez del habla.
La iniciativa es de la diputada platense Lucía Iañez y ya ingresó formalmente a la Legislatura Bonaerense.
En ese marco, el texto insta a las autoridades educativas a “elaborar estrategias en los niveles de educación inicial, Primaria y Secundaria en todas sus modalidades” para “capacitar al personal docente para detectar en forma temprana disfluencias u otras manifestaciones que indiquen alternaciones en la fluidez del habla”.
También se busca promover el acompañamiento de las trayectorias educativas de los niños afectados por alguno de estos trastornos, con “estrategias pedagógicas adecuadas, con el objeto de posicionarlos en igualdad de condiciones frente a sus compañeros”.
En otro pasaje, se señala la importancia de impulsar estrategias de evaluación que no expongan al educando de modo arbitrario ni estigmatizante, consultándole si desea o no expresarse de forma oral.
Por otro lado, “otorgar el tiempo que el educando requiera para realizar las tareas o evaluaciones expresadas en forma oral, teniendo en cuenta las particularidades de su desarrollo psicoevolutivo”.
A su vez, el proyecto busca implementar campañas de difusión para promover el bienestar y contribuir a la plena participación e inclusión de las personas que sufren dicha afección.
“La disfemia es cíclica y puede aparecer y reaparecer en distintas etapas de la niñez; suele estar acompañada de tensiones visibles o audibles, de miedo e incluso de estrés y no se da de la misma manera en todos los pacientes”, se detalla en los fundamentos del proyecto.
“Los adultos que padecen dificultades de este tipo a menudo cuentan con dolor experiencias sufridas en la escuelas tales como: las burlas, la incomprensión de algún docente, momentos de vergüenza o humillación al ser preguntados y no poder expresar oralmente porque no se le daba el tiempo necesario para hacerlo”, sigue el texto.
“Es frecuente que los docentes, delante de un niño con dificultades en el habla, sientan ansiedad, incomodidad o angustia. Por eso, es necesario elaborar estrategias para que los docentes sean qué actitud tomar cuando tienen en su aula un niño con este tipo de afección”, reflexiona la iniciativa.