
Marcos Enrique vive en la megatoma de Los Hornos con su familia y usó su ingenio para hacerle frente a la constante amenaza de los robos.
El hombre reconoce que es un trabajador desde chico. Había empezado a trabajar con una panadería del Hogar del Padre Cajade. Poco a poco se ganó un lugar. Iba por la tarde a hacer el pan y luego a la mañana a preparar los bizcochitos. "Yo tenía 18 años y me dieron la oportunidad de vivir ahí", dijo a LAPLATA1.com.
Después de un paso como playero en una estación de servicio, Marcos hace changas de todo tipo: techista, pintura, herrería, carpintería y más. Un problema le preocupaba más que la economía. Tiene tres hijos de tres, siete y ocho años. Cuando su pareja los llevaba a la escuela, la casa quedaba sola. "Nuestro miedo siempre fue que nos roben. Si vos dejás mucho tiempo la casa sola, te desvalijan", dijo.
En ese marco, la familia encontró una respuesta en un emprendimiento panadero desde su propio hogar. Ya comenzaron desde 77 entre 149 y 148 bis con pan casero, bizcochitos con chicharrón, libritos, facturas y su reciente incorporación: las tortas saladas.
"Estamos agradecidos", expresó Marcos. Si bien por el momento manejan una producción relativamente pequeña por la época del año, deposita sus esperanzas en marzo. Mientras tanto, pese a las dificultades económicas, disfruta estar en casa: "Se puede estar con los chicos, ir a la escuela y un montón de cosas".
Incluso el emprendimiento les abrió la puerta para tener una huerta: "Hoy sacamos el primer tomate". A su vez, intentan armar más el tereno. "Hicimos un techito para tener un reparo del sol, que acá en la toma castiga muchísimo". Como contrapié, se les rompió la heladera y quedaron "a pata".
De este modo, Marcos y su familia hallaron un buen modo de conciliar ese temor por la inseguridad con las necesidades y lo que mejor sabe hacer. Todavía hace sus changas y reconoce que el panorama es complicado. En ese sentido, quienes quieran contactarse con él pueden hacerlo a través del siguiente número: 2215614842.