Alejandra Olivera tiene 39 años, es de Misiones y cree que su destino está en La Plata, pese a que no tuvo suerte en la región el año pasado.
La mujer estuvo en Berisso con sus dos hijos menores, de 16 y 14 años. Trabajaba en una casa donde podía dormir. Un día, mientras cocinaba, su patrón le gritó. Ella estaba cansada: ganaba 100 mil pesos por mes y enviaba la mitad a sus dos hijos mayores de Posadas.
“Somos de Misiones, uno no sabe los precios”, dijo a LAPLATA1.com. Una kiosquera le había dicho: “Es una miseria”. En agosto Alejandra renunció y se quedó en la casa de una señora conocida hasta que recibió el último pago por su trabajo, cobró la Asignación Universal por Hijo y volvió a su provincia.
Mientras tanto, la misionera luchaba contra el cáncer de ovarios hace casi dos años prácticamente en soledad. Su pareja, apenas supo el diagnóstico, se fue. “Sufrí mucho”, dijo a este medio. El 22 de diciembre entregó sus últimos estudios. “Vencí el cáncer”, se dijo a sí misma apenas escuchó a la médica.
“Me dio ánimo”, dijo Alejandra, que ahora planea volver a La Plata. Ella no pudo terminar sus estudios y reconoce que tuvo una infancia difícil. Busca que sea diferente para sus hijos: “Quiero que mis hijos tengan una oportunidad linda de salir adelante”.
En el último tiempo, su situación económica empeoró y la apuesta en La Plata se volvió una posibilidad real: “Soy capaz de vender mi teléfono e irme”. Ya empezó a buscar trabajo y quiere empezar una nueva vida. En ese sentido, quienes quieran contactarlo pueden hacerlo a través del siguiente número: 3764898056.




