Hizo huevos de pascua durante 15 años en La Plata, pegó un volantazo y ahora es la reina de los carteles: "A mano alzada"

Noelia nació en Capital Federal pero desde muy pequeña vive en La Plata. Su amor por lo artístico dio un vuelco a partir del 2007 y sus pasacalles recorrieron diferentes puntos de la ciudad
Sociedad 03/02/2025 . Hora: 11:47
Por Francisco Angulo
Periodista.

Noelia nació en Capital Federal pero desde muy chiquita vive en La Plata, más precisamente en el barrio de San Carlos, y compartió su particular historia a LAPLATA1.com.

“Desde niña me vine a La Plata con mis padres por cuestiones laborales. Fue hace 50 años”, recuerda.

Noe cursó la escuela primaria y secundaria, y luego se metió de lleno en una pasión que la acompañaría durante toda su vida. “Hice cursos de Letrista y Herrería. Eso me permitió comenzar a hacer trabajos de cartelería, pintura, trabajo en lonas, cobertores de camiones y toldos de comercios con inscripciones y logos”, detalla.

Su faceta artística tuvo un primer vuelco cuando empezó a dedicarse al mundo de los huevos de pascua. “Lo arranqué por hobbie”, dice Noe. Fueron 15 años en total. Nada mal.

“Mi producto llegó a la costa atlántica y otras localidades. Lo hice hasta el 2007”, cuenta Noe. En ese mismo año se largó con otra pasión: los pasacalles.

“Ahora me dedico exclusivamente a eso. Lo hago a mano alzada y cuento con el apoyo incondicional de mi esposo desde hace 26 años”, señala.

Ni siquiera la pandemia la detuvo. Es más, Noe cuenta que como la gente no podía festejar por la cuarentena, muchos se volcaron al pasacalle como la única forma de sorprender al agasajado.

“He hecho pasacalles de políticos, sobre la ruta 2, de dos metros de alto y cinco de largo. Fueron 300 pasacalles en 30 días. Tenía que coser la tela a lo alto. Fue un enorme trabajo”, recuerda.

También destaca otro pedido pero del ámbito romántico. Ocurrió en Gonnet. Se trataba de un chico que quería proponerle casamiento a su novia, y colocó 20 pasacalles desde la casa de la chica hasta su lugar de trabajo. Toda una planificación. “La verdad es que fue un caso muy lindo”, dice Noe, cuyos carteles recorren la ciudad.