
Un terrible robo tuvo lugar en la zona de 202 y 45. Dos sujetos irrumpieron en la vivienda de una familia, donde se encontraban una mujer y su amiga.
Uno de los atacantes cubría su rostro con un pasamontañas y oscuras gafas, mientras que el otro portaba únicamente unas gafas oscuras. Ambos estaban equipados con guantes tipo albañil.
La situación se tornó crítica cuando uno de los sujetos se abalanzó sobre la mujer, sujetándola por detrás y tapándole la boca con una mano.
“No hagas nada, no grites”, le advirtió mientras apoyaba un pistolón negro en su cuello, según reportó el diario El Día.
La angustia se apoderó de la escena cuando el segundo delincuente comenzó a recorrer la vivienda en busca de objetos de valor.
Aterrorizada, la vecina permaneció inmóvil, lo que permitió a los ladrones actuar con rapidez.
El hombre que tenía sujeta a la víctima, tras quitarle la mano de la boca, le informó que debía atarla para evitar que se “escapara corriendo”.
Con un cordón de plástico, la inmovilizó atando sus manos a la pata de la silla donde estaba sentada, dejándola encorvada y mirando hacia el suelo.
Así, le sacó los dos anillos que tenía en la mano, uno de ellos su alianza de casada, y un monedero negro que contenía aproximadamente 30.000 pesos argentinos.
Luego procedió a tomar su teléfono celular marca Samsung. Y ante la posibilidad de que pudieran activar el hallazgo del dispositivo mediante gps, le sacó los aros que llevaba puesto y con el poste de esta joya sacó el chip y lo descartó en la mesa.
Como si esto fuera poco, el ladrón también despojó a la vecina de su alianza matrimonial antes de darse a la fuga.