Durante el fin de semana de precarnaval en São Paulo, Brasil, las autoridades intensificaron los esfuerzos para combatir el hurto de celulares, un problema recurrente en este tipo de festividades. Policías civiles se disfrazaron para infiltrarse entre los carnavaleros y detener a los responsables de estos delitos. “La estrategia de infiltración permitió frenar significativamente los hurtos durante el carnaval”, afirmaron fuentes oficiales. Además, los datos oficiales indicaron una notable disminución de estos crímenes en comparación con el año anterior.
En el mismo contexto, también se registraron detenciones de individuos implicados en el robo de vehículos, demostrando un esfuerzo coordinado por parte de las fuerzas de seguridad para frenar la delincuencia durante el evento. A continuación, se detallará el operativo llevado a cabo por los policías civiles y las estrategias utilizadas para identificar a los infractores en medio de la multitud. “La seguridad durante el carnaval depende de operativos proactivos como estos,” enfatizó un representante de la policía.
En un operativo que ha llamado la atención por su enfoque poco convencional, las autoridades de São Paulo implementaron una estrategia innovadora para combatir los robos y hurtos durante las festividades del precarnaval. Según informaron diversos medios, agentes de la policía civil se infiltraron entre los asistentes a los eventos festivos utilizando disfraces llamativos, lo que les permitió actuar de manera encubierta y detectar a los delincuentes que aprovechaban la multitud para cometer delitos. Entre los disfraces más destacados se encontraba el del icónico personaje Chapulín Colorado, que fue utilizado por un oficial en la zona de Consolação, en el centro de la ciudad.
La efectividad de esta táctica quedó demostrada con la detención de un hombre de 34 años, quien fue sorprendido con seis teléfonos celulares robados. Según detallaron las autoridades, dos de estos dispositivos fueron devueltos a sus legítimos dueños. El sospechoso fue trasladado a la comisaría 78ª, ubicada en el barrio de Jardins, donde quedó detenido bajo cargos de hurto.
El despliegue de agentes disfrazados no se limitó a la región de Consolação. Según reportaron las autoridades, la estrategia también se extendió a otras áreas de São Paulo, como el barrio de Pinheiros, conocido por su alta concentración de personas durante las festividades. En esta zona, otro individuo fue detenido mientras llevaba siete teléfonos celulares escondidos en su cintura. Además, intentó robar el teléfono de una mujer, pero fue interceptado antes de lograr su objetivo. Este tipo de intervenciones refuerzan la eficacia de la táctica, que busca sorprender a los delincuentes y evitar que escapen tras cometer sus crímenes.





