

Más de 40 intendentes sellaron su apoyo al reciente espacio de Axel Kicillof (Movimiento Derecho al Futuro) pero hay realidades muy heterogéneas al interior de esos municipios.

En algunos de esos distritos el control político del intendente sobre su gabinete y su bloque en el Concejo Deliberante es total, y en otros conviven las diferentes expresiones del peronismo de manera más pareja, sin un dominio exclusivo del mandamás local.
Un caso emblemático es el de Avellaneda, donde el poder de Jorge Ferraresi es absoluto. Su gabinete cuenta con 14 secretarías y ninguna de ellas está conducida por La Cámpora.
En el Concejo Deliberante también construyó un bloque de leales. De los 24 concejales totales, 14 corresponden al oficialismo y la mayoría de ellos tributan directamente al Intendente.
Como casos especiales se puede mencionar a María Alva González, del espacio de Juan Grabois, a Luca Bertolotto, del Frente Renovador, y fundamentalmente a Melina Espósito (La Cámpora) y Santiago Pirolo (Nuevo Encuentro). Estos dos últimos son los más alejados de Ferraresi.
En La Plata, por caso, coexiste un mapa muy variopinto de la gama peronista en el gabinete. La Cámpora comanda una secretaría (Cultura), a cargo de Ana Negrete.
En el Concejo Deliberante, Julio Alak no está tan holgado como Ferraresi: tiene menos ediles y además una composición más diversa en el bloque.
Aquí La Cámpora cuenta con el presidente del bloque del oficialismo (Pablo Elías), que además es el viceintendente de la ciudad ya que encabezó la lista de concejales en el 2023. Dentro del bloque también está Gisella Di Dio, que responde a Grabois, y Ona Parrilli, de La Bancaria, un gremio cercano a Cristina Kirchner.
Otro intendente que firmó la adhesión al nuevo espacio kicillofista es Lucas Ghi, de Morón, pero cuenta con una gestión “cercada”. No por La Cámpora, sino por los dirigentes y concejales que responden a Martín Sabbatella, alineado con Cristina Kirchner.
Ghi empezó a “limpiar” a buena parte de su gabinete, aunque todavía el peso de Martín Sabbatella es mayoritario. El actual Intendente de Morón sacó a Cecilia Gatta Castel de la Secretaría de Economía y disolvió la Secretaría de Gobierno que estaba conducida por Diego Spina.
Para mejorar su peso en el gabinete designó recientemente a su hermano José María Ghi en la Secretaría de Relaciones con la Comunidad y Educación, absorbiendo diferentes áreas.
La situación de Ghi no es mejor en el Concejo Deliberante. El bloque de Unión por la Patria eligió al mencionado Diego Spina como el presidente, evidenciando las diferencias con el rumbo elegido por el Intendente.
Morón, de alguna manera, se convirtió en una suerte de experimento de lo que podría ocurrir si el peronismo no zanja sus diferencias internas.