

El lunes 7 de octubre de 2024 es una fecha que quedará grabada para siempre en la mente de Joaquín Tobio Burgos ya que ese día irrumpió en primera, marcó un gol y le permitió al Pincha derrotar en condición de visitante 2 a 1a Banfield.
A casi seis meses de ese compromiso el extremo albirrojo contó en Jaque y Mate TV las insólitas horas previas que atravesó en la antesala a la decimoséptima fecha de la Liga Profesional de Fútbol. En el sitio de entrevistas que se emiten por You Tube detalló: "Veníamos entrenando con un grupo de cinco compañeros de reserva y subíamos todas las semanas a primera. Llega un sábado y llamaron a un par pero a mí no. Yo hice fútbol con la reserva contra los suplentes de primera, me va bien y hago dos asistencias y creo que ganamos 2 a 1".
Tras esa práctica el futbolista albirrojo contó: "Me dicen 'tenés libre mañana' (domingo) y volvemos el lunes a entrenar con reserva. Como estoy cerca me fui a Chascomús y estaba por almorzar con mis abuelas al mediodía y me llega un mensaje, un pdf de Axel Atum diciéndome 'felicitaciones amigo' y cuando lo abro eran los convocados que teníamos que entrenar a las 5 de la tarde y al otro día jugar con Banfield. Fue todo muy loco porque me dijeron que tenía libre y al otro me llegó la citación".
En relación a esa situación Tobio Burgos describió: "Abro el mensaje y lo primero que hice fue llamar a mi mamá y no sabía como reaccionar. Fue un descontrol porque estaban todos mis tíos" y agregó: "Era la 1, terminé de almorzar y salimos a las chapas para City Bell. Al otro día vamos al partido. Iba a jugar Cetré porque Guido (Carrillo) estaba lesionado pero en la entrada en calor se desgarra pateando al arco, entra Manyoma y me dice Joaco Pereyra 'preparáte porque no hay otro delantero'. Era Mati Contrera y yo y ahí Ascacibar, José Sosa y Fede Fernández me empezaron a hablar y yo ya estaba manija y dije 'quiero entrar'.
El juvenil Pincha resaltó que pese a la presión del debut y a un contexto que no conocía en profundidad "Estaba convencido que iba a entrar y que iba a meter un gol. A los veinte minutos Eduardo mira al banco y me dice vení. Yo estaba todo apurado por entrar y Domínguez me calmó y se reía. Me pidió que agarre la pelota y que vaya para adelante y que si la perdía que no dude. Me dio confianza desde el primer minuto." Las emociones no terminaron con su ingreso al campo ya que luego convirtió el gol que le significó a Estudiantes quedarse con un valioso triunfo y que para Tobio Burgos fue el puntapié de una historia de película que continuó con más partidos y protagonismo y un título a final de temporada.
Pese a sus veinte años el extremo pincharrata demuestra una llamativa tranquilidad y serenidad y reconoce sentirse valorado por el hincha albirrojo y sentencia: "Se nota el cariño de la gente, me da una motivación. El club y los compañeros te exigen e intento dar lo mejor siempre".