En medio de jornadas agitadas por el dólar y el acuerdo con el FMI, las segundas líneas del equipo económico salieron a la cancha para “refrescar” la cara de la gestión de Luis Caputo.
Federico Furiase, director del Banco Central, pasó por el programa de Eduardo Feinmann en A24, y lo mismo hizo el viceministro de Economía, José Luis Daza, con Jonathan Viale. El propio Furiase también estuvo en Radio Rivadavia con Martín Vauthier y Felipe Núñez, ambos asesores de “Toto”.
Furiase, Vauthier y Núñez responden a un mismo patrón: economistas jóvenes, más frescos, y fundamentalmente menos contaminados por los fracasos del pasado. Un dato anecdótico: todos formados en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, históricamente cuestionada por Javier Milei.
Desde febrero le coparon la agenda económica al Gobierno. Primero fue el debate por el “dólar bajo” y ahora el foco está puesto en la caída de reservas del Banco Central en medio de las dudas por el préstamo del FMI.
Sacar a la cancha a estas segundas líneas tal vez tenga el objetivo de copar la escena en los medios de comunicación tradicionales, y posteriormente en las redes sociales. Recortes de estas entrevistas circularon rápidamente entre las cuentas libertarias de “X”.
Días atrás había sucedido lo mismo con la exposición de Pablo Quirno, Secretario de Finanzas, que se mostró solvente ante diputados y senadores. Las cuentas libertarias no pararon de motorizar extractos de sus respuestas más picantes a los legisladores kirchneristas.
El posible problema de esta nueva estrategia es evidente: que alguno meta la pata. Una respuesta confusa, un adjetivo poco feliz, algún titubeo. Es un riesgo. Pero tampoco era muy feliz la presencia solitaria de Caputo para defender el rumbo de la gestión económico. Sobre todo cuando el Ministro de Economía ya carga con algunas marcas en el lomo.




