
Dos ladrones atacaron ferozmente una casa de Tolosa mientras un grupo de amigos disfrutaba de una cena.

El hecho ocurrió en 528 entre 16 y 16 bis. Tres amigos habían decidido amasar unas pizzas. A las 23.40 horas, dos de ellos se dirigieron a un almacén cercano. Todavía no habían cenado. Mientras tanto, el anfitrión se quedó en la vereda.
Sin embargo, en cuestión de segundos, dos hombres mayores de edad se aproximaron. Uno de ellos, sin mediar palabra, extrajo una pistola y lo apuntó directamente.
Así, obligaron a la víctima a regresar a su vivienda. Allí empezó la pesadilla.
Revolvieron absolutamente todo. Exigían dinero y pertenencias de valor. Incluso tomaron un jean del dueño de casa y lo utilizaron para atarlo. Se llevaron un celular, una notebook, una afeitadora marca Philips y ropa.
Minutos después, los dos amigos regresaron del almacén y golpearon la puerta. Desde adentro, los ladrones, manteniendo la fachada, respondieron con un simple pero desconcertante: “Está todo bien” y los obligaron a entrar y a entregar sus celulares.
Uno de ellos, además, había dejado su motocicleta -una Motomel 110cc- estacionada afuera. Los delincuentes no dejaron pasar la oportunidad: la utilizaron para huir del lugar.